domingo, 28 de noviembre de 2010

CONCLUSIONES FINALES

El contexto de la narrativa nos dice inicialmente que Samuel ya había muerto y había sido sepultado en la provincia de Rama. Partiendo de una primera impresión que el texto desde este momento ya está condenando la acción de Saúl al tratar de consultar a los muertos específicamente a Samuel. Ahora bien; Saúl fue ungido para ser rey mientras obedeciera la voluntad de YHWH, pero desafortunadamente para el desobedeció a Dios en más de una ocasión esto le costó ser desechado y en su lugar ungido David (acto que nunca reconoció debido a su soberbia) de esta forma desafió a Dios en su voluntad y esto por consiguiente le quito toda comunión con Dios por medio de profeta alguno.

Cuando Saúl fue a consultar a la adivina de Endor cometió una falta grave en el contexto a la Ley puesto que consulto a una hechicera y más aun, él consulto con un muerto lo que está claramente prohibido en la palabra de Dios (Deuteronomio 18:10-11).
Dios no estaba en ese momento con Saúl, ni mucho menos con la adivina por la evidencia que tenemos al trasgredir el pacto (que a su vez condenaba al infractor a la muerte).
Saúl “entendió” que era Samuel (no se nos dice aquí que él vio a Samuel, sino que “entendió” mas en un sentido de creer o figurar) acto seguido Saúl comete la abominación de postrarse mostrando reverencia a la figura presente pero ¿que vemos aquí? Samuel era un hombre consagrado a Dios, reverente y siempre sanciono a Saúl por sus actos nefastos a la voluntad de Dios. Si en verdad era Samuel como parecía ser ¿por qué no lo exhorto a no adorarle? Muy simple, Satanás es un ser egocéntrico que busca ocupar el lugar de Dios y recibir la adoración que solo Él merece es su mayor interés.

Algunos sostienen que Samuel estuvo realmente presente en la entrevista con Saúl, pero la Biblia misma suministra bases suficientes para llegar a una conclusión contraria. Si, como algunos alegan, Samuel hubiera estado en el cielo, habría sido necesario hacerle bajar de allí, ya sea por el poder de Dios o por el poder de Satanás. Nadie puede creer que Satanás tenía poder para hacer bajar del cielo al santo profeta de Dios para honrar las hechicerías de una mujer impía. Tampoco podemos concluir que Dios le mandó a la cueva de la bruja; pues el Señor ya se había negado a comunicarse con Saúl por medio de sueños, del Urim [luz del pectoral], o, por medio de los profetas. (1 Sam. 28: 6.) Estos eran los medios designados por Dios para comunicarse con su pueblo, y no los iba a pasar por alto para dar un mensaje por medio de un agente de Satanás.

El objeto del mensaje no era inducir a Saúl al arrepentimiento, sino más bien incitarle a destruirse; y tal no es la obra de Dios, sino la de Satanás. Además, el acto de Saúl al consultar a una hechicera se cita en la Escritura como una de las razones por las cuales fue rechazado por Dios y entregado a la destrucción: “Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó; y porque consultó a la adivina, preguntándole, y no consultó a Jehová: por esta causa lo mató, y traspasó el reino a David, hijo de Isaí.” (1 Crón 10: 13, 14.) Este pasaje dice claramente que Saúl interrogó a la adivina o espíritu malo, y no al Espíritu del Señor. No se comunicó con Samuel, el profeta de Dios; sino que por medio de la hechicera se comunicó con Satanás. Este no podía presentar al verdadero Samuel, pero sí presentó uno falso, que le sirvió para llevar a cabo sus propósitos de engaño.

Casi todas las formas de la hechicería y brujería antiguas se fundaban en la creencia de que es posible comunicarse con los muertos. Los que practicaban las artes de la necromancia aseveraban tener relaciones con los espíritus de los difuntos, y obtener de ellos un conocimiento de los acontecimientos futuros. A esta costumbre de consultar a los muertos se alude en la profecía de Isaías: “Y si os dijeron: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Apelará por los vivos a los muertos?” (Isa. 8: 19.) Este texto apoya las prácticas de ventriloquia que eran muy comunes en los magos y adivinos de aquellos días.

Los espíritus adivinadores no eran los espíritus de los muertos, sino ángeles malos, mensajeros de Satanás. La idolatría antigua, que, según hemos visto, abarca tanto el culto de los muertos como la pretendida comunicación con ellos, era, declara la Biblia, una manifestación del culto de los demonios. El apóstol Pablo, al amonestar a sus hermanos contra cualquier participación en la idolatría de sus vecinos paganos, dice: “Lo que los Gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios: y no querría que vosotros fueseis partícipes con los demonios.” (1 Cor. 10: 20.) Hablando de Israel el salmista dice: “Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios;" y en el próximo versículo explica que los "sacrificaron a los ídolos de Canaán.” (Sal. 106: 37, 38.) En su supuesta adoración de los muertos, adoraban, en realidad, a los demonios.

Al predecir la perdición de Saúl por medio de la adivina de Endor, Satanás quería entrampar al pueblo de Israel. Esperaba que dicho pueblo llegara a tener confianza en la adivina, y se vería inducido a consultarla. Así se apartaría de Dios como su consejero, y se colocaría bajo la dirección de Satanás. La seducción por medio de la cual el espiritismo atrae a las multitudes es su supuesto poder de descorrer el velo del futuro y revelar a los hombres lo que Dios ocultó. Dios nos reveló en su Palabra los grandes acontecimientos del porvenir, todo lo que es esencial que sepamos, y nos ha dado una guía segura para nuestros pies en medio de los peligros; pero Satanás quiere destruir la confianza y la fe de los hombres en Dios, dejarlos descontentos de su condición en la vida, e inducirles a procurar el conocimiento de lo que Dios sabiamente les vedó y a menospreciar lo que les reveló en su santa Palabra.

El mensaje del demonio para Saúl, a pesar de que denunciaba el pecado y predecía su retribución, no tenía por objeto reformarlo, sino incitarle a la desesperación y a la ruina. Sin embargo, con más frecuencia conviene mejor a los propósitos del tentador seducir al hombre y llevarlo a la destrucción por medio de la alabanza y la lisonja. En tiempos antiguos, la enseñanza de los dioses falsos o demonios fomentaba el libertinaje más vil. El espiritismo declara que no hay muerte, ni pecado, ni juicio ni castigo; que los hombres son “semidioses no caídos;” que el deseo es la ley más elevada; que el hombre responde sólo ante sí mismo por sus actos. Las barreras que Dios erigió para salvaguardar la verdad, la pureza y la reverencia, son quebrantadas, y así muchos se envalentonan en el pecado. ¿No sugiere todo esto que una enseñanza tal tiene el mismo origen que el culto de los demonios? (Tomado del capítulo: “La Magia Antigua y Moderna”, Historia de los Patriarcas y Profetas de Ellen White, Pág. 738).

Es esta una prueba más que los engaños de Satanás no tienen escrúpulos, juega con los sentimientos más profundos del ser humano y trata de apartar nuestra vida del verdadero Dios y conocedor del futuro, no caigamos en la trampa de dejar nuestro destino a merced de Satanás, hoy Dios nos da la oportunidad de tener un futuro mejor. Y si hay un lugar donde el velo del futuro de descorre es en las paginas sagradas de su Palabra, ¡te invito a descorrerlo personalmente!

¡SOLI DEO GLORIA!

ESTRUCTURA DEL TEXTO

Encontramos en este relato un esquema quinario que es un modelo estructural que descompone la trama del relato en cuatro momentos sucesivos:
  1. Situación inicial: proporciona al lector los elementos de información necesarios para comprender la situación que el relato va a modificar. Dicha exposición precisa el quién, el qué y (a veces) el cómo. Va del versículo 3 al 4.
  2. Nudo: constituye el desencadenamiento de la acción. Es en este punto donde, por lo general, se inicia la tensión dramática. El detonante puede ser el enunciado de una dificultad, de un conflicto, de un incidente, de una traba puesta a la resolución de un problema. Va del versículo 5 al 14.
  3. Acción transformadora: resultado de la búsqueda, que cambia la situación inicial: la acción transformadora se sitúa en el plano pragmático (acción) o cognitivo (evaluación). Va del versículo 15 al 20.
  4. Desenlace y situación final: es la etapa simétrica del nudo. Enuncia la resolución del problema anunciado. Describe los efectos de la acción transformadora en las personas concernidas o la manera en que la situación se restablece en su estado anterior. Va del versículo 21 al 25.

TIEMPO, ESPACIO Y NARRADOR

EL TIEMPO Y EL ESPACIO

Esta escena se desarrolla en la plena oscuridad nocturna que permite que Saúl y sus oficiales se escabullan sin ser vistos por nadie. Todo se desarrolla en un espacio cerrado enmarcado por la actividad oscura de la invocación de los muertos que sugiere un ambiente lúgubre y tenebroso. Los personajes convergen todos en casa de la adivina, Saúl el desesperado y angustiado, Samuel con trayendo malas noticias, la mujer haciendo un puente entre el mundo de los vivos y el de los muertos y los oficiales que están allí implícitos pero sin ninguna participación directa.

NARRADOR

El narrador a través del relato enfatiza una sola cosa: la acción incongruente de Saúl, por un lado expulsa a todos los adivinos pero a la vez busca consultar el futuro a través de uno de ellos. El narrador no hace ningún comentario entre líneas, ni cita tampoco textos del A.T. sin embargo aunque la mujer no es el personaje principal es quien ejecuta el pecado explícitamente de consultar a los muertos. Pero al terminar la lectura queda la sensación de que el culpable no es la mujer sino Saúl que siendo el rey de Israel consulto por un medio satánico la voluntad de Dios.

ANÁLISIS NARRATIVO, PRIMERA APROXIMACIÓN

Tras una primera lectura del texto la idea es formularse las siguientes preguntas: ¿cómo cuenta el narrador? Es decir: ¿cuál es su estilo?, ¿qué tipo de lenguaje utiliza?, ¿qué recursos prefiere utilizar?, ¿consigue una narración clara o difícil?

Es interesante observar que el texto desde el principio hace énfasis en que Samuel ya había muerto para denotar que lo que Saúl estaba por hacer era totalmente en contra de las prescripciones divinas. Es detallado en algunas cosas pero en otras deja algunos baches. La narración es fácil de seguir y las aclaraciones o intervenciones del narrador son solamente en el encabezado, después simplemente se dedica a narrar la historia.

LOS PERSONAJES

Saúl: Es el personaje central de la historia. Esta desesperando por el silencio de Dios. Este desorientado y busca erróneamente ayuda en una mujer que invoca los muertos. Señal de su decadente estado espiritual. Reconoce la imagen del profeta Samuel y se inclina ante ella (señal del respeto que siempre le tuvo aun cuando no siempre cumplió la voluntad de Dios expresada a través de él). A través del relato la angustia y desesperación del rey le baja su perfil real, no está en su sano juicio se olvida de la ley de no consultar a los adivinos que el mismo expulso mostrando así una incoherencia entre sus actos. Evidentemente quiere conocer su futuro aun cuando por boca del profeta Dios le ha dicho que quitará su reino para dárselo a su enemigo David. Esto lo desequilibra y al verse en situación de riesgo una vez más olvida el mandato divino y va consultar a esta mujer de noche, el ambiente nocturno hace juego con lo que sucederá allí en el lugar de la invocación. Es quizás lo que más destruye la integridad de Saúl confirmar que la presencia de Dios no está de su lado, por lo mismo cae desmayado en tierra sumado a que no había comido nada durante la noche. Posteriormente después de comer y reponerse un poco Saúl y sus oficiales se marchan.

Samuel: al comienzo del relato el narrador aclara que Samuel esta muerto por eso aparece en como un espíritu (dios) que sube de la tierra, como un hombre anciano cubierto con una capa. Se dirige a Saúl recriminándolo por su acción de hacerlo “venir” y predice el fatal desenlace del ejército, su reino y su propia vida. Es interesante notar que cuando Saúl se arrodilla en señal de adoración, Samuel no hace nada para impedir lo que seguramente hubiera hecho en vida, esto nos da un indicio de la verdadera naturaleza de esta aparición.

Oficiales del Rey: aparecen dando una solución a la angustia del rey, guiándolo hasta la mujer adivina. Algo curioso es que ¿si Saúl había desterrado a todos los adivinos y magos cómo es posible que estos hombres supieran el paradero de esta mujer? Después de esto la participación de estos hombres es muy mínima, simplemente comparten la comida que esta mujer preparo para alentar al rey después de lo que pasó.

Mujer (adivina): Conocida como la pitonisa de Endor no se menciona en ningún otro lugar después de este relato. En primera instancia se niega a cumplir con el pedido del rey no por respeto a Dios sino temiendo por su propia vida. Sin embargo ante el juramento del rey accede a invocar el espíritu del profeta Samuel. Es interesante que aunque lo que ella hacía era definidamente un gran pecado, el narrador pone toda la carga negativa hacia la acción de Saúl de consultarla no en el hecho mismo de la invocación, lo cual nos lleva al asunto principal y destacado de esta narración.

ANÁLISIS NARRATIVO, EL TEXTO EN SU CONTEXTO

En los pasajes anteriores de 1 de Samuel, a Saúl se le había negada la dinastía (13:1-14) y, a continuación, en última instancia, despojado de su reino (15:1-31), debido a su desobediencia. Saúl había derogado las normas de la Guerra Santa, manteniendo algunos de los despojos y permitiendo vivir al rey del ejército amalecita. Cuando Samuel enfrentó a Saúl con su pecado, Saúl ofreció excusas, diciendo que se había quedado con algunos de los animales con el fin de sacrificarlos a Yahvé. Samuel respondió: ¿Se deleita el Señor en los holocaustos y sacrificios tanto como en la obediencia a su voz? Ciertamente el obedecer y prestar atención es mejor que los sacrificios y que la grosura de los carneros. Para Dios el pecado de adivinación es rebelión. Y la iniquidad y la idolatría es arrogancia. Debido a que has rechazado la palabra del Señor, ahora él te ha rechazado como rey (1 Samuel 15:22-23).

Saúl se negó a renunciar a su trono después de haber sido rechazado como rey, y esto deterioró más la situación. Estaba atormentado por un espíritu maligno y se convirtió cada vez más en enemigo de David, amenazando su vida en numerosas ocasiones y en última instancia, lo persigue sin descanso en todo el desierto. Justo antes de los acontecimientos del capítulo 28, ambos hombres se vieron forzados a situaciones que les han obligado a tomar decisiones desesperadas. David, finalmente llegó a la conclusión de que su vida estaba en peligro de extinción por Saúl. En una medida desesperada y políticamente desastrosa, huyó al refugio del ejército filisteo. Mientras tanto, Saúl se desesperó preocupado por la inminente batalla contra los filisteos.

1 Samuel 28 aparece entre las historias de David, huyendo de los filisteos (1 Samuel 27) y la historia de su posterior despido del ejército filisteo, y batalla con los amalecitas (1 Samuel 29-30). Aunque el relato de Saúl y la adivina de Endor tendría mas lógica si fuese colocado antes del capítulo 31 que describe la desaparición de Saúl, el narrador al parecer lo puso aquí para contrastar a Saúl con David. Este contraste está diseñado para demostrar definitivamente que David es el rey legítimo (que es, quizás, la idea central de los capítulos 16 a 30, donde Saúl y David son constantemente comparados). La desesperada huida de David hacia el refugio filisteo parece ser un paso militar en falso. Sin embargo, se plantea en la mente del lector una pregunta acerca de la lealtad de David a Israel. A pesar de que 1 Samuel 29 relata cómo David evitar ponerse en peligro, el redactor artísticamente retrasa este desenlace con la historia de la adivina de Endor. Esto fue, quizás, para proporcionar el suspenso sobre la lealtad propia de David y la legitimidad en la mente del lector.

Al colocar la historia de Saúl y la bruja de Endor entre las historias de David, el redactor da su punto de origen con respecto a la legitimidad de la monarquía de David frente a la ilegitimidad de Saúl.

PASOS PARA EL ANÁLISIS DE UN TEXTO NARRATIVO

1. DELIMITACIÓN: Aunque inicialmente escogimos la Pericopa desde el versículo 3 hasta el 15, la historia que estamos analizando va hasta el versículo 25. Para el análisis narratológico usaremos la traducción Dios Habla Hoy por su presentación mas organizada en forma de narración:

3 Para entonces ya Samuel había muerto, y todos en Israel habían llorado su muerte, después de lo cual lo habían enterrado en Ramá, su ciudad natal. Saúl, por su parte, había expulsado del país a los adivinos y a los que invocaban a los muertos. 4 Los filisteos se reunieron y fueron a establecer su campamento en Sunem, y Saúl juntó a todo Israel y tomó posiciones en Gilboa. 5 Pero cuando vio el campamento filisteo, tuvo miedo y se sintió dominado por el terror. 6 Entonces consultó al Señor, pero el Señor no le respondió ni por sueños, ni por el Urim, ni por los profetas. 7 Por eso ordenó a sus oficiales:

- Busquen alguna mujer que invoque a los muertos, para que yo vaya a hacerle una consulta. Y sus oficiales le respondieron:

- En Endor hay una mujer que invoca a los muertos.

8 Saúl se disfrazó, vistiéndose con otra ropa, y acompañado por dos hombres fue de noche a visitar a aquella mujer. Y le dijo:

- Te ruego que me adivines la suerte, y que hagas venir el espíritu de quien yo te diga.

9 La mujer le respondió:

- Tú sabes lo que ha hecho Saúl, que ha expulsado del país a los adivinos y a los que invocan a los muertos. ¿Por qué me metes en algo que me puede costar la vida?

10 Pero Saúl, jurando por el Señor, le dijo:

- Te juro por el Señor que no te pasará nada malo por esto.

11 La mujer contestó:

- ¿A quién quieres que haga venir? Saúl dijo:

- Llámame a Samuel.

12 De repente la mujer vio a Samuel, y dio un grito; luego le dijo a Saúl:

- ¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl!

13 Pero el rey le dijo:

- No tengas miedo. ¿Qué has visto? Contestó la mujer:

- Veo un dios que sube de la tierra.

14 Saúl preguntó:

- ¿Qué aspecto tiene? La mujer respondió:

- Es un hombre anciano, vestido con una capa. Saúl comprendió en seguida que era Samuel, y se inclinó hasta tocar el suelo con la frente.

15 Entonces le dijo Samuel:

- ¿Para qué me has molestado, haciéndome venir? Saúl respondió:

- Es que estoy muy angustiado, pues me están atacando los filisteos y Dios me ha abandonado. No me responde ya ni por medio de los profetas ni por sueños. Por eso te he llamado, para que me indiques lo que debo hacer.

16 Samuel le contestó:

- ¿Por qué me preguntas a mí, si el Señor ya te ha abandonado y se ha vuelto tu enemigo? 17 El Señor ha hecho contigo lo que te anunció por medio de mí. Te ha arrebatado el reino y se lo ha entregado a tu compañero David, 18 ya que tú no obedeciste el mandato del Señor, ni cumpliste su orden de destruir a los amalecitas. Por eso ahora el Señor ha hecho esto contigo. 19 Además, el Señor va a entregar a los israelitas y a ti en poder de los filisteos, y mañana tú y tus hijos estarán conmigo. También hará el Señor que el campamento de Israel caiga en poder de los filisteos.

20 De pronto Saúl cayó al suelo cuan largo era. Estaba tan asustado por las palabras de Samuel, que se desmayó. Para colmo, no había comido nada en todo el día ni en toda la noche. 21 Al ver la mujer que Saúl estaba tan aturdido, se acercó a él y le dijo:

- Esta servidora tuya ha atendido tu petición. Jugándome la vida, he obedecido tus órdenes. 22 Así que ahora te ruego que me hagas caso: te voy a servir un poco de comida, para que te reanimes y puedas seguir adelante.

23 Saúl no quería comer, pero sus oficiales y la mujer insistieron tanto que al fin aceptó. En seguida se levantó del suelo y se sentó en una cama. 24 Mientras tanto, la mujer mató un becerro gordo que tenía en su casa, y amasó harina para cocer unas tortas sin levadura. 25 Luego les llevó esto a Saúl y a sus oficiales, los cuales, después de haber comido, se despidieron, y aquella misma noche se fueron.

EL ANÁLISIS NARRATOLÓGICO

Como nuevo método de aproximación al significado del texto lo haremos a través del análisis narrativo. Podemos decir que el análisis narrativo o crítica literaria es el estudio del texto bíblico a partir de lo que el texto dice, su forma de expresión, su estructura, para después estudiar el proceso de lectura y por ultimo centrarse en el efecto del relato sobre el lector y el modo en que el texto le hace cooperar en el desciframiento del sentido.

Haremos entonces una aproximación al texto en cuestión teniendo en cuenta algunos datos importantes de su contexto.


DATOS DE ORIENTACIÓN PARA LOS LIBROS 1 Y 2 DE SAMUEL

CONTENIDO: la transición desde Samuel, ultimo juez de Israel, a Saúl el primer rey; el ascenso y reinado de David.

COBERTURA HISTÓRICA: desde el nacimiento de Samuel (aprox. Año 1100 a. de C.), hasta el fin del reinado de David (año 970 a. de C.).

ÉNFASIS: el principio del reino de Israel; la preocupación por el reino y por la lealtad del pacto; el arca del pacto como representativa de la presencia de Dios; la elección de Jerusalén como la “ciudad de David”. El pacto davídico con sus acentos mesiánicos; el adulterio de David y sus consecuencias.


PANORAMA DE LOS LIBROS 1 Y 2 DE SAMUEL

Los libros de Samuel y Reyes forman una historia continua de la monarquía israelita desde el tiempo de Samuel hasta su fin en el año 587-586 a. de C. Es importante que el lector recuerde, conforme los lea que en la Biblia hebrea que estos libros pertenecen a los llamados Profetas Anteriores. Al igual que los libros de los Profetas Posteriores, estos representan la perspectiva de Dios en la historia de su pueblo aunque se concentran en los reyes de Israel, los profetas juegan un papel importante también.

La historia se cuenta en tres personas clave: Samuel. El último de los jueces y el profeta que unge a los dos primero reyes. Saúl, el primer rey de Israel. Y David, el rey más importante de Israel. El libro de Samuel está lleno de historias individuales llamativas y de intriga. Pero esto mismo es lo que hace la lectura de Samuel tan interesante, también puede ser que se pasen por alto algunas cosas importantes con relación a la descripción general de las historias. Por lo tanto este libro es especialmente la historia de las transiciones, del gobierno parcial y periódico de los jueces a una monarquía institucionalizada y hereditaria, de un rey que parece un típico rey del cercano oriente. Todo esto es maravillosamente relatado con agudeza, ironía, suspenso, juegos de palabras, pero sobretodo con un vistazo panorámico de lo que Dios está haciendo con y entre su pueblo, hasta cuando les da un rey.

Hay un tema que es característico de la narración, la tensión entre la monarquía y la lealtad al pacto. El lector verá como esto aparece cerca del principio en los sentimientos opuestos entre Samuel y el pueblo (1 Sam. 8:12). Conforme la historia se desarrolla, al lector se le recuerda regularmente que hasta los reyes divinamente designados pueden actuar como los otros reyes, y, lo hacen. Sin embargo la lealtad esencial de David a Dios está en el corazón de la historia. Observemos el contraste entre las dos historias de Saúl y David. La cuestión al fin para el narrador no es si Israel tiene un rey sino que clase de rey tendrá. Israel ciertamente puede haber rechazado la teocracia a favor de la monarquía (1 Sam. 8), pero la función de su rey era desempeñar el papel de Jehová en medio de Israel y de esa manera dirigir al pueblo en obediencia al pacto.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

PARALELISMO ENTRE ôḇ Y yiddeōniy (Medium y Mago)

Teniendo en cuenta que después de yiddeōniy generalmente sigue al término Ob, suponemos que originalmente debió haber sido un epíteto de los antepasados difuntos o una denominación de los muertos en general. En todo el antiguo Oriente, se creía que los muertos poseían poderes ocultos inaccesibles para los vivos. El conocimiento de los muertos se atribuyó, por una parte a la experiencia obtenida a través de una larga vida, por otra al hecho de que, como seres más del más allá, ahora tienen a su disposición previamente las inaccesibles fuentes del conocimiento. Sobre la base de sus conocimientos amplios, los muertos, como los dioses, funcionaron como dispensadores de los oráculos en el antiguo Oriente.

La palabra yiddĕ Oni “el que todo lo sabe” se destina exclusivamente como un término paralelo a Ob, no hay ninguna función independiente para que se pueda determinar. Obot como “antepasados” se aplica igualmente a yiddĕ Oni. En los pasajes en que Obot es designado a los antepasados muertos o los espíritus de los muertos en general (que fueron objeto de veneración cultual, encantamiento mágico y consulta en tiempos de crisis) se puede decir que yiddĕ Oni también es designado estos antepasados y el significado “el que todo lo sabe”.
En la tradición post-bíblica no se entiende Obot y yiddĕ ōnîm como espíritus de adivinación, sino más bien como denominaciones de los adivinos y los magos que se ocupan de tales espíritus. La LXX, que generalmente traduce Ob a “ventrílocuo” (engastrimythos), traduce yiddĕ Oni, como “mago” (epaoidos gnōstēs / gnōristēs), “adivino” ('teratoskopos) y “el que habla desde el vientre” (engastrimythos). La Vulgata. hace yiddĕ Oni similar a: harioli, incantores, divinidades, divinationes, arúspices. Estas interpretaciones han influido en todas las traducciones posteriores de la Biblia, incluyendo la más reciente de ellas.[1]


[1] Toorn, K. vd, Becking, B., y Horst, PW vd (1999). Diccionario de dioses y demonios en la Biblia DDD (2 ª ampliamente rev. Ed.) (907). Leiden, Boston, Grand Rapids, Michigan: Brill, Eerdmans.

LA TERMINOLOGÍA ESPECÍFICA EN 28:8

Este pasaje también puede reflejar ciertos aspectos de los rituales nigrománticos. La visita de Saúl en la noche puede haber sido una necesidad militar simple, pero la noche también puede haber sido el tiempo predilecto para tales sesiones de espiritismo, la oscuridad de la noche es el momento adecuado para comunicarse con aquellos que viven en la oscuridad. Saúl manifiesta que es imprescindible “consultar un espíritu para mí” usando aquí un término técnico para la adivinación en general, que no se limita a la nigromancia, sino que incluye todas las formas e intenciones de adivinación.

El ritual nigromántico es probablemente también designado por el uso recurrente de las palabras “abrir” o “levantar”, que aceptamos aquí como un término técnico para esta práctica. En 28:11, la pregunta al rey, “¿A quién he de traer para usted?” y él responde: “Tráeme a Samuel” Cuando se describe al profeta perturbado en 28:13, se lo ve “que subía de la tierra” y en 28:14 “Un hombre anciano viene...” Por último, en las palabras de Samuel vemos el mismo lenguaje 28:15: “¿Por qué me has inquietado haciéndome venir?”. Por otra parte, la descripción del médium en 28:13 usa la frase “de la tierra” מִן־הָאָֽרֶץ, que en hebreo, así como en otros textos semíticos puede expresar salida del inframundo, del reino de la muerte. La idea de que el fallecido se eleva hasta fuera de la tierra refleja el concepto del infierno como un lugar para los muertos debajo de la superficie de la tierra y revela ciertos aspectos de los rituales nigrománticos.

TERMINOLOGÍA NIGROMÁNTICA

Comenzando el relato (28:3) y también en 25:1 se hace hincapié en el hecho que el profeta Samuel ya había muerto, posiblemente para eliminar toda duda sobre su muerte. La complejidad del texto es considerable en lo que respecta a rasgos literarios y puntos de vista lógicos. Al finalizar la lectura del texto al lector minucioso le quedan varias “lagunas” como por ejemplo:

  • Ø ¿Cómo y cuando había Saúl desterrado previamente a los nigromantes y adivinos de Israel? (Vr. 3)
  • Ø ¿Si lo anterior fue así, como es que todavía quedaba una adivina en Endor y cómo es que los siervos de Saúl sabían de ella? (Vr. 7)
  • Ø Si habían sido previamente sus clientes, puesto que la conocían ¿Por qué Saúl tenía que disfrazarse? (Vr. 8)
  • Ø ¿Por qué la mujer grita al ver el aspecto de Samuel? ¿No estaba acostumbrada a este tipo de cosas, no era este su trabajo? (Vr. 12)
  • Ø ¿Por qué la aparición del profeta le revela la identidad de Saúl a la mujer? (Vr. 12b)
  • Ø Teniendo en cuenta que las palabras de Samuel se cumplieron ¿Podemos pensar que la Nigromancia realmente funciona?

Es corriente entre los exegetas católicos creer que Dios permitió la aparición de Samuel a fin de que profetizara al rey el fin desastroso que le esperaba, castigando así su pecado de acudir a medios ilícitos para conocer el porvenir (Leimbach, Medebielle). Entre los antiguos existía la convicción de que los muertos gozaban de un merecido descanso en el sheol, que los hombres no podían turbar. En una inscripción sepulcral fenicia, el muerto expresa su deseo de que no se interrumpa su reposo por la nigromancia. En el sheol conviven juntos buenos y malos; la doctrina de la retribución y del castigo de ultratumba fue desarrollándose lentamente, apareciendo en Sabiduría c.3-5 y 2 Macabeos c7.[1]


[1] Luis, Arnaldich, Biblia Comentada. (Madrid: Editorial Católica S.A., 1969), 318.

La narrativa hebrea frecuentemente deja muchos detalles de lado para enfatizar lo que el autor realmente desea dejar en nuestra mente. Por lo tanto las dificultades literarias aumentan.

DEFINICIÓN DE TÉRMINOS NIGROMÁNTICOS EN 28:3.

אוֹב ô : Un sustantivo masculino que significa un espíritu evocado, un médium o nigromante, o una botella de cuero. El principal uso de la palabra está relacionado con la práctica oculta de la nigromancia o consultar a los muertos. Se utiliza para indicar un prestidigitador que profesa a llamar a los muertos por medio de la magia, sobre todo para dar la revelación acerca de las incertidumbres del futuro (1 Samuel 28:7; Isa 08:19.), Un hombre o una mujer que tiene un espíritu familiar (Levítico 20:27; 1 Cr. 10:13; Isaías 29:4.), el espíritu conjurado en sí mismo, sobre todo cuando este habla a través del médium (1 Samuel 28:8;. 2 Reyes 21:06; 2 Cr. 33. : 6). Curiosamente, la palabra se usa una vez para significar una botella de cuero que se pueden explotar bajo presión (Job 32:19). No hay evidencia convincente de que este en particular tiene connotaciones ocultas. Por el contrario, la conexión entre los dos significados divergentes de esta palabra hebrea es, probablemente, que un médium se ve como un "contenedor" para un espíritu conjurado. (Baker, W. (2003, C2002). El estudio de la palabra diccionario completo: Antiguo Testamento (23). Chattanooga, TN: Editorial AMG.)

יִדְּעֹנִי yiddeōniy: Un sustantivo masculino que significa un espíritu familiar, un prestidigitador y mago. Ya sea como saber, sabio (conocimiento de los secretos del mundo invisible), o como conocimiento íntimo de adivino) -siempre||אוֹב, אֹבוֹת. (Whitaker, R., Brown, F., Driver, S. (R., & Briggs, C. A. (1997, c1906)). The Abridged Brown-Driver-Briggs Hebrew-English Lexicon of the Old Testament)

domingo, 7 de noviembre de 2010

Necromancy and Cleromancy en 1 de Samuel

El relato de 1 Samuel 28 donde Saúl consulta a la adivina de Endor contiene varias características inexplicables y por razones obvias, sigue planteando cuestiones que llaman la atención. La práctica de la Nigromancia está fuertemente condenada en la Biblia (ver Lev. 19: 31; 20: 6, 27; Deut. 18: 11; 2 Rey. 21: 6; 23: 24; 2 Crón. 33: 6; Isa. 8: 19; 19: 3). Pero existe en la Biblia una forma de “adivinación” que estaba autorizada por Dios que era lo que se conoce hoy como Cleromancy, es una forma de adivinación mediante sorteo, echar suertes, o echando los huesos o piedras, en el que se determina un resultado por medios que normalmente se considera al azar. Hay en la Biblia al menos 4 episodios en los que se procedió a través de un sorteo para determinar la voluntad de Dios:

  1. 1. Josué 7:11-22 Hay anatema en el campamento del pueblo de Israel y Dios ordena que el ladrón se encuentre por sorteo, en primer lugar entre las tribus de Israel, y a continuación, entre las familias de esa tribu. Finalmente la suerte cae sobre Acán quien confiesa su culpa, y muestra dónde se ha enterrado el botín.
  2. 2. 1 Samuel 10:17-24 El pueblo de Israel pide que le sea nombrado un Rey así como lo tenían las naciones que le rodeaban. Dios pide a Samuel que convoque a todo el pueblo y echando suertes llego hasta la tribu de Benjamín hasta que llego a Saúl.
  3. 3. 1 Samuel 14:42 Saúl echa suertes sobre él y su hijo para determinar quien había roto el juramento de no comer alimento hasta ser librado de sus enemigos.
  4. 4. Jonás 1:7 Los tripulantes de la embarcación echan suertes para determinar quien tenía la “maldición” por la cual estaban a punto de perder la vida en la tormenta.

El sorteo es un método frecuentemente mencionado en la Biblia. Sin embargo, debe haber prudencia en el empleo de este medio de conocer la voluntad de Dios. Este camino es seguro sólo cuando Dios, mediante la inspiración, indica que es el método que desea se emplee. Si Dios no participa del procedimiento, no es más que recurrir al azar como lo sería tirar una moneda o sacar una carta. Puede ocurrir que en tiempos de crisis Dios conteste en voz audible o mediante señales directas (ver Juec. 6: 34-40). Pero esos no son los medios usuales que emplea para comunicar su voluntad. Dios ha dado inteligencia a los hombres, y espera que desarrollen la facultad de tomar sus propias decisiones. Si en todas las decisiones de la vida las personas pudiesen determinar mediante una señal cuál es la voluntad divina, se volverían mentalmente débiles y no alcanzarían el desarrollo necesario de la inteligencia y del carácter. Los que siempre recurren al azar al tomar decisiones, debilitarán toda su vida espiritual. Al comienzo de nuestra vida religiosa, y en algunos casos desde entonces, Dios puede haber honrado nuestra creciente fe al darnos respuestas notables por tales medios, pero esto no implica que desee que siempre dependamos de este método. El ideal del desarrollo cristiano es tener la mente tan imbuida del conocimiento divino y las facultades tan educadas, que al seguir nuestros impulsos no estemos haciendo más que la voluntad de Dios. [1]



[1] Francis D. Nichol, ed. Comentario Bíblico Adventista. 7 vols. (V. E. Ampuero Matta. Boise, Idaho: Publicaciones Interamericanas, 1978-1990), 2: 214.

Saúl estaba acostumbrado a tomar decisiones por sí mismo y atribuir estas a Dios. Por tal motivo su falta de paciencia y desesperación cuando Dios no respondió por sueños ni suertes ni por profetas (1 Sam. 28:6). En ocasiones el silencio de Dios es muestra de su desacuerdo e ir mas allá de eso puede traer consecuencias nefastas.


CRONOLOGÍA Y SITUACIONES HISTÓRICAS, SOCIALES E INTELECTUALES

CRONOLOGÍA

Hay que tener presente que solo pueden proponerse fechas aproximadas para los hechos que aquí se narran. Igual que en el caso de muchos otros libros del A.T. no se conoce con certeza la fecha de redacción de 1 y 2 de Samuel. Parte de la dificultad en determinar la fecha reside en el hecho de que la mayor parte de los dos libros tratan de eventos que acontecieron después de la muerte de Samuel. Aunque el Talmud adscribe la paternidad de estos libros a Samuel, es posible que el profeta escribiera solamente las secciones que tratan de la historia de Israel antes de su retirada de la vida pública. De acuerdo con la traducción judía, los primeros 24 capítulos de 1 Samuel fueron escritos por Samuel, y el resto de 1 Samuel, junto con 2 Samuel, por Natán y Gad (ver 1 Crón. 29: 29). Parece muy razonable concluir que 1 y 2 Samuel son obras de varios autores, y que son una colección de narraciones, cada una completa en sí misma. Cada autor escribió por inspiración, y todas las partes fueron finalmente reunidas como un todo bajo la dirección del Espíritu Santo.
El libro de 1 Samuel abarca el período de transición desde los jueces hasta el reino unido de Israel, e incluye al último juez, Samuel, y al primer rey, Saúl. El segundo libro de Samuel trata exclusivamente del reinado de David. Por lo tanto, 1 Samuel abarca casi un siglo, desde alrededor de 1100 hasta 1011 AC; y 2 Samuel, 40 años, o sea desde 1011 hasta 971 AC.

SITUACIONES HISTÓRICAS, SOCIALES E INTELECTUALES

El principal dato histórico que hemos de tener presente de estos 2 libros es la relación de enemistad existente por aquella época entre Israel y los Filisteos. Los filisteos habían formado parte de una migración étnica que recorrió en dirección sur la costa del Mediterráneo, presionados por masivos movimientos de pueblos a principio del siglo XII. Su poder constituía una amenaza real para el Israel naciente, del mismo modo que el Israel emergente representaba un peligro para ellos. Una explicación del nacimiento de la monarquía en Israel es que la institucionalización del poderío militar a las órdenes de un Rey era necesaria para hacer frente a la amenaza filistea. En numerosas naciones del antiguo cercano oriente, la monarquía era aceptada como algo natural, como una estructura que había existido siempre. Pero no era ese el caso de Israel. La realeza y el gobierno central representaban una ruptura de las estructuras sociales bajo las que se había desarrollado desde el principio la fe y la religión de Israel.

LOS LIBROS DE SAMUEL EN EL MARCO GENERAL DE LA HISTORIA

El periodo comprendido entre Samuel y David no tiene contacto con los grandes imperios del antiguo oriente. Egipto y Asiria duermen dentro del limite de sus fronteras. El pueblo mas peligroso para Israel eran los incirsuncisos, los filisteos. Fueron ellos los instrumentos de la justicia divina para castigar los pecados de Elí y sus hijos. Al lograrse la unificación de Judá y de Israel en la persona de David, alcanzo Israel un poderío militar que bien pronto debían experimentar los enemigos fronterizos. Los filisteos fueron rechazados y sus ciudades puestas bajo el control de David, algunos mercenarios filisteos formaron parte de la guardia real. En el interior acabó con los cananeos. Los arameos, amonitas, moabitas y edomitas le fueron tributarios y con Tiro tuvo relaciones comerciales.

Esta falta de contacto con los pueblos e imperios de los alrededores dificulta la fijación cronológica de algunos puntos álgidos de esta historia. A falta de datos concretos se procede a conjeturas. Hacia el año 1030, Saul fue proclamado Rey, entre los años 1010 y 972 reinó David. La arqueología no se opone a estas fechas, antes bien las confirma en líneas generales. Esta despreocupación por la cronología es peculiar de la historiografía semita.[1]



[1] Luis, Arnaldich, Biblia Comentada. (Madrid: Editorial Catolica S.A., 1969), 226.

CRONOLOGÍA Y SITUACIONES HISTÓRICAS, SOCIALES E INTELECTUALES

CRONOLOGÍA

Hay que tener presente que solo pueden proponerse fechas aproximadas para los hechos que aquí se narran. Igual que en el caso de muchos otros libros del A.T. no se conoce con certeza la fecha de redacción de 1 y 2 de Samuel. Parte de la dificultad en determinar la fecha reside en el hecho de que la mayor parte de los dos libros tratan de eventos que acontecieron después de la muerte de Samuel. Aunque el Talmud adscribe la paternidad de estos libros a Samuel, es posible que el profeta escribiera solamente las secciones que tratan de la historia de Israel antes de su retirada de la vida pública. De acuerdo con la traducción judía, los primeros 24 capítulos de 1 Samuel fueron escritos por Samuel, y el resto de 1 Samuel, junto con 2 Samuel, por Natán y Gad (ver 1 Crón. 29: 29). Parece muy razonable concluir que 1 y 2 Samuel son obras de varios autores, y que son una colección de narraciones, cada una completa en sí misma. Cada autor escribió por inspiración, y todas las partes fueron finalmente reunidas como un todo bajo la dirección del Espíritu Santo.
El libro de 1 Samuel abarca el período de transición desde los jueces hasta el reino unido de Israel, e incluye al último juez, Samuel, y al primer rey, Saúl. El segundo libro de Samuel trata exclusivamente del reinado de David. Por lo tanto, 1 Samuel abarca casi un siglo, desde alrededor de 1100 hasta 1011 AC; y 2 Samuel, 40 años, o sea desde 1011 hasta 971 AC.

SITUACIONES HISTÓRICAS, SOCIALES E INTELECTUALES

El principal dato histórico que hemos de tener presente de estos 2 libros es la relación de enemistad existente por aquella época entre Israel y los Filisteos. Los filisteos habían formado parte de una migración étnica que recorrió en dirección sur la costa del Mediterráneo, presionados por masivos movimientos de pueblos a principio del siglo XII. Su poder constituía una amenaza real para el Israel naciente, del mismo modo que el Israel emergente representaba un peligro para ellos. Una explicación del nacimiento de la monarquía en Israel es que la institucionalización del poderío militar a las órdenes de un Rey era necesaria para hacer frente a la amenaza filistea. En numerosas naciones del antiguo cercano oriente, la monarquía era aceptada como algo natural, como una estructura que había existido siempre. Pero no era ese el caso de Israel. La realeza y el gobierno central representaban una ruptura de las estructuras sociales bajo las que se había desarrollado desde el principio la fe y la religión de Israel.