domingo, 28 de noviembre de 2010

CONCLUSIONES FINALES

El contexto de la narrativa nos dice inicialmente que Samuel ya había muerto y había sido sepultado en la provincia de Rama. Partiendo de una primera impresión que el texto desde este momento ya está condenando la acción de Saúl al tratar de consultar a los muertos específicamente a Samuel. Ahora bien; Saúl fue ungido para ser rey mientras obedeciera la voluntad de YHWH, pero desafortunadamente para el desobedeció a Dios en más de una ocasión esto le costó ser desechado y en su lugar ungido David (acto que nunca reconoció debido a su soberbia) de esta forma desafió a Dios en su voluntad y esto por consiguiente le quito toda comunión con Dios por medio de profeta alguno.

Cuando Saúl fue a consultar a la adivina de Endor cometió una falta grave en el contexto a la Ley puesto que consulto a una hechicera y más aun, él consulto con un muerto lo que está claramente prohibido en la palabra de Dios (Deuteronomio 18:10-11).
Dios no estaba en ese momento con Saúl, ni mucho menos con la adivina por la evidencia que tenemos al trasgredir el pacto (que a su vez condenaba al infractor a la muerte).
Saúl “entendió” que era Samuel (no se nos dice aquí que él vio a Samuel, sino que “entendió” mas en un sentido de creer o figurar) acto seguido Saúl comete la abominación de postrarse mostrando reverencia a la figura presente pero ¿que vemos aquí? Samuel era un hombre consagrado a Dios, reverente y siempre sanciono a Saúl por sus actos nefastos a la voluntad de Dios. Si en verdad era Samuel como parecía ser ¿por qué no lo exhorto a no adorarle? Muy simple, Satanás es un ser egocéntrico que busca ocupar el lugar de Dios y recibir la adoración que solo Él merece es su mayor interés.

Algunos sostienen que Samuel estuvo realmente presente en la entrevista con Saúl, pero la Biblia misma suministra bases suficientes para llegar a una conclusión contraria. Si, como algunos alegan, Samuel hubiera estado en el cielo, habría sido necesario hacerle bajar de allí, ya sea por el poder de Dios o por el poder de Satanás. Nadie puede creer que Satanás tenía poder para hacer bajar del cielo al santo profeta de Dios para honrar las hechicerías de una mujer impía. Tampoco podemos concluir que Dios le mandó a la cueva de la bruja; pues el Señor ya se había negado a comunicarse con Saúl por medio de sueños, del Urim [luz del pectoral], o, por medio de los profetas. (1 Sam. 28: 6.) Estos eran los medios designados por Dios para comunicarse con su pueblo, y no los iba a pasar por alto para dar un mensaje por medio de un agente de Satanás.

El objeto del mensaje no era inducir a Saúl al arrepentimiento, sino más bien incitarle a destruirse; y tal no es la obra de Dios, sino la de Satanás. Además, el acto de Saúl al consultar a una hechicera se cita en la Escritura como una de las razones por las cuales fue rechazado por Dios y entregado a la destrucción: “Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó; y porque consultó a la adivina, preguntándole, y no consultó a Jehová: por esta causa lo mató, y traspasó el reino a David, hijo de Isaí.” (1 Crón 10: 13, 14.) Este pasaje dice claramente que Saúl interrogó a la adivina o espíritu malo, y no al Espíritu del Señor. No se comunicó con Samuel, el profeta de Dios; sino que por medio de la hechicera se comunicó con Satanás. Este no podía presentar al verdadero Samuel, pero sí presentó uno falso, que le sirvió para llevar a cabo sus propósitos de engaño.

Casi todas las formas de la hechicería y brujería antiguas se fundaban en la creencia de que es posible comunicarse con los muertos. Los que practicaban las artes de la necromancia aseveraban tener relaciones con los espíritus de los difuntos, y obtener de ellos un conocimiento de los acontecimientos futuros. A esta costumbre de consultar a los muertos se alude en la profecía de Isaías: “Y si os dijeron: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Apelará por los vivos a los muertos?” (Isa. 8: 19.) Este texto apoya las prácticas de ventriloquia que eran muy comunes en los magos y adivinos de aquellos días.

Los espíritus adivinadores no eran los espíritus de los muertos, sino ángeles malos, mensajeros de Satanás. La idolatría antigua, que, según hemos visto, abarca tanto el culto de los muertos como la pretendida comunicación con ellos, era, declara la Biblia, una manifestación del culto de los demonios. El apóstol Pablo, al amonestar a sus hermanos contra cualquier participación en la idolatría de sus vecinos paganos, dice: “Lo que los Gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios: y no querría que vosotros fueseis partícipes con los demonios.” (1 Cor. 10: 20.) Hablando de Israel el salmista dice: “Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios;" y en el próximo versículo explica que los "sacrificaron a los ídolos de Canaán.” (Sal. 106: 37, 38.) En su supuesta adoración de los muertos, adoraban, en realidad, a los demonios.

Al predecir la perdición de Saúl por medio de la adivina de Endor, Satanás quería entrampar al pueblo de Israel. Esperaba que dicho pueblo llegara a tener confianza en la adivina, y se vería inducido a consultarla. Así se apartaría de Dios como su consejero, y se colocaría bajo la dirección de Satanás. La seducción por medio de la cual el espiritismo atrae a las multitudes es su supuesto poder de descorrer el velo del futuro y revelar a los hombres lo que Dios ocultó. Dios nos reveló en su Palabra los grandes acontecimientos del porvenir, todo lo que es esencial que sepamos, y nos ha dado una guía segura para nuestros pies en medio de los peligros; pero Satanás quiere destruir la confianza y la fe de los hombres en Dios, dejarlos descontentos de su condición en la vida, e inducirles a procurar el conocimiento de lo que Dios sabiamente les vedó y a menospreciar lo que les reveló en su santa Palabra.

El mensaje del demonio para Saúl, a pesar de que denunciaba el pecado y predecía su retribución, no tenía por objeto reformarlo, sino incitarle a la desesperación y a la ruina. Sin embargo, con más frecuencia conviene mejor a los propósitos del tentador seducir al hombre y llevarlo a la destrucción por medio de la alabanza y la lisonja. En tiempos antiguos, la enseñanza de los dioses falsos o demonios fomentaba el libertinaje más vil. El espiritismo declara que no hay muerte, ni pecado, ni juicio ni castigo; que los hombres son “semidioses no caídos;” que el deseo es la ley más elevada; que el hombre responde sólo ante sí mismo por sus actos. Las barreras que Dios erigió para salvaguardar la verdad, la pureza y la reverencia, son quebrantadas, y así muchos se envalentonan en el pecado. ¿No sugiere todo esto que una enseñanza tal tiene el mismo origen que el culto de los demonios? (Tomado del capítulo: “La Magia Antigua y Moderna”, Historia de los Patriarcas y Profetas de Ellen White, Pág. 738).

Es esta una prueba más que los engaños de Satanás no tienen escrúpulos, juega con los sentimientos más profundos del ser humano y trata de apartar nuestra vida del verdadero Dios y conocedor del futuro, no caigamos en la trampa de dejar nuestro destino a merced de Satanás, hoy Dios nos da la oportunidad de tener un futuro mejor. Y si hay un lugar donde el velo del futuro de descorre es en las paginas sagradas de su Palabra, ¡te invito a descorrerlo personalmente!

¡SOLI DEO GLORIA!

ESTRUCTURA DEL TEXTO

Encontramos en este relato un esquema quinario que es un modelo estructural que descompone la trama del relato en cuatro momentos sucesivos:
  1. Situación inicial: proporciona al lector los elementos de información necesarios para comprender la situación que el relato va a modificar. Dicha exposición precisa el quién, el qué y (a veces) el cómo. Va del versículo 3 al 4.
  2. Nudo: constituye el desencadenamiento de la acción. Es en este punto donde, por lo general, se inicia la tensión dramática. El detonante puede ser el enunciado de una dificultad, de un conflicto, de un incidente, de una traba puesta a la resolución de un problema. Va del versículo 5 al 14.
  3. Acción transformadora: resultado de la búsqueda, que cambia la situación inicial: la acción transformadora se sitúa en el plano pragmático (acción) o cognitivo (evaluación). Va del versículo 15 al 20.
  4. Desenlace y situación final: es la etapa simétrica del nudo. Enuncia la resolución del problema anunciado. Describe los efectos de la acción transformadora en las personas concernidas o la manera en que la situación se restablece en su estado anterior. Va del versículo 21 al 25.

TIEMPO, ESPACIO Y NARRADOR

EL TIEMPO Y EL ESPACIO

Esta escena se desarrolla en la plena oscuridad nocturna que permite que Saúl y sus oficiales se escabullan sin ser vistos por nadie. Todo se desarrolla en un espacio cerrado enmarcado por la actividad oscura de la invocación de los muertos que sugiere un ambiente lúgubre y tenebroso. Los personajes convergen todos en casa de la adivina, Saúl el desesperado y angustiado, Samuel con trayendo malas noticias, la mujer haciendo un puente entre el mundo de los vivos y el de los muertos y los oficiales que están allí implícitos pero sin ninguna participación directa.

NARRADOR

El narrador a través del relato enfatiza una sola cosa: la acción incongruente de Saúl, por un lado expulsa a todos los adivinos pero a la vez busca consultar el futuro a través de uno de ellos. El narrador no hace ningún comentario entre líneas, ni cita tampoco textos del A.T. sin embargo aunque la mujer no es el personaje principal es quien ejecuta el pecado explícitamente de consultar a los muertos. Pero al terminar la lectura queda la sensación de que el culpable no es la mujer sino Saúl que siendo el rey de Israel consulto por un medio satánico la voluntad de Dios.

ANÁLISIS NARRATIVO, PRIMERA APROXIMACIÓN

Tras una primera lectura del texto la idea es formularse las siguientes preguntas: ¿cómo cuenta el narrador? Es decir: ¿cuál es su estilo?, ¿qué tipo de lenguaje utiliza?, ¿qué recursos prefiere utilizar?, ¿consigue una narración clara o difícil?

Es interesante observar que el texto desde el principio hace énfasis en que Samuel ya había muerto para denotar que lo que Saúl estaba por hacer era totalmente en contra de las prescripciones divinas. Es detallado en algunas cosas pero en otras deja algunos baches. La narración es fácil de seguir y las aclaraciones o intervenciones del narrador son solamente en el encabezado, después simplemente se dedica a narrar la historia.

LOS PERSONAJES

Saúl: Es el personaje central de la historia. Esta desesperando por el silencio de Dios. Este desorientado y busca erróneamente ayuda en una mujer que invoca los muertos. Señal de su decadente estado espiritual. Reconoce la imagen del profeta Samuel y se inclina ante ella (señal del respeto que siempre le tuvo aun cuando no siempre cumplió la voluntad de Dios expresada a través de él). A través del relato la angustia y desesperación del rey le baja su perfil real, no está en su sano juicio se olvida de la ley de no consultar a los adivinos que el mismo expulso mostrando así una incoherencia entre sus actos. Evidentemente quiere conocer su futuro aun cuando por boca del profeta Dios le ha dicho que quitará su reino para dárselo a su enemigo David. Esto lo desequilibra y al verse en situación de riesgo una vez más olvida el mandato divino y va consultar a esta mujer de noche, el ambiente nocturno hace juego con lo que sucederá allí en el lugar de la invocación. Es quizás lo que más destruye la integridad de Saúl confirmar que la presencia de Dios no está de su lado, por lo mismo cae desmayado en tierra sumado a que no había comido nada durante la noche. Posteriormente después de comer y reponerse un poco Saúl y sus oficiales se marchan.

Samuel: al comienzo del relato el narrador aclara que Samuel esta muerto por eso aparece en como un espíritu (dios) que sube de la tierra, como un hombre anciano cubierto con una capa. Se dirige a Saúl recriminándolo por su acción de hacerlo “venir” y predice el fatal desenlace del ejército, su reino y su propia vida. Es interesante notar que cuando Saúl se arrodilla en señal de adoración, Samuel no hace nada para impedir lo que seguramente hubiera hecho en vida, esto nos da un indicio de la verdadera naturaleza de esta aparición.

Oficiales del Rey: aparecen dando una solución a la angustia del rey, guiándolo hasta la mujer adivina. Algo curioso es que ¿si Saúl había desterrado a todos los adivinos y magos cómo es posible que estos hombres supieran el paradero de esta mujer? Después de esto la participación de estos hombres es muy mínima, simplemente comparten la comida que esta mujer preparo para alentar al rey después de lo que pasó.

Mujer (adivina): Conocida como la pitonisa de Endor no se menciona en ningún otro lugar después de este relato. En primera instancia se niega a cumplir con el pedido del rey no por respeto a Dios sino temiendo por su propia vida. Sin embargo ante el juramento del rey accede a invocar el espíritu del profeta Samuel. Es interesante que aunque lo que ella hacía era definidamente un gran pecado, el narrador pone toda la carga negativa hacia la acción de Saúl de consultarla no en el hecho mismo de la invocación, lo cual nos lleva al asunto principal y destacado de esta narración.

ANÁLISIS NARRATIVO, EL TEXTO EN SU CONTEXTO

En los pasajes anteriores de 1 de Samuel, a Saúl se le había negada la dinastía (13:1-14) y, a continuación, en última instancia, despojado de su reino (15:1-31), debido a su desobediencia. Saúl había derogado las normas de la Guerra Santa, manteniendo algunos de los despojos y permitiendo vivir al rey del ejército amalecita. Cuando Samuel enfrentó a Saúl con su pecado, Saúl ofreció excusas, diciendo que se había quedado con algunos de los animales con el fin de sacrificarlos a Yahvé. Samuel respondió: ¿Se deleita el Señor en los holocaustos y sacrificios tanto como en la obediencia a su voz? Ciertamente el obedecer y prestar atención es mejor que los sacrificios y que la grosura de los carneros. Para Dios el pecado de adivinación es rebelión. Y la iniquidad y la idolatría es arrogancia. Debido a que has rechazado la palabra del Señor, ahora él te ha rechazado como rey (1 Samuel 15:22-23).

Saúl se negó a renunciar a su trono después de haber sido rechazado como rey, y esto deterioró más la situación. Estaba atormentado por un espíritu maligno y se convirtió cada vez más en enemigo de David, amenazando su vida en numerosas ocasiones y en última instancia, lo persigue sin descanso en todo el desierto. Justo antes de los acontecimientos del capítulo 28, ambos hombres se vieron forzados a situaciones que les han obligado a tomar decisiones desesperadas. David, finalmente llegó a la conclusión de que su vida estaba en peligro de extinción por Saúl. En una medida desesperada y políticamente desastrosa, huyó al refugio del ejército filisteo. Mientras tanto, Saúl se desesperó preocupado por la inminente batalla contra los filisteos.

1 Samuel 28 aparece entre las historias de David, huyendo de los filisteos (1 Samuel 27) y la historia de su posterior despido del ejército filisteo, y batalla con los amalecitas (1 Samuel 29-30). Aunque el relato de Saúl y la adivina de Endor tendría mas lógica si fuese colocado antes del capítulo 31 que describe la desaparición de Saúl, el narrador al parecer lo puso aquí para contrastar a Saúl con David. Este contraste está diseñado para demostrar definitivamente que David es el rey legítimo (que es, quizás, la idea central de los capítulos 16 a 30, donde Saúl y David son constantemente comparados). La desesperada huida de David hacia el refugio filisteo parece ser un paso militar en falso. Sin embargo, se plantea en la mente del lector una pregunta acerca de la lealtad de David a Israel. A pesar de que 1 Samuel 29 relata cómo David evitar ponerse en peligro, el redactor artísticamente retrasa este desenlace con la historia de la adivina de Endor. Esto fue, quizás, para proporcionar el suspenso sobre la lealtad propia de David y la legitimidad en la mente del lector.

Al colocar la historia de Saúl y la bruja de Endor entre las historias de David, el redactor da su punto de origen con respecto a la legitimidad de la monarquía de David frente a la ilegitimidad de Saúl.

PASOS PARA EL ANÁLISIS DE UN TEXTO NARRATIVO

1. DELIMITACIÓN: Aunque inicialmente escogimos la Pericopa desde el versículo 3 hasta el 15, la historia que estamos analizando va hasta el versículo 25. Para el análisis narratológico usaremos la traducción Dios Habla Hoy por su presentación mas organizada en forma de narración:

3 Para entonces ya Samuel había muerto, y todos en Israel habían llorado su muerte, después de lo cual lo habían enterrado en Ramá, su ciudad natal. Saúl, por su parte, había expulsado del país a los adivinos y a los que invocaban a los muertos. 4 Los filisteos se reunieron y fueron a establecer su campamento en Sunem, y Saúl juntó a todo Israel y tomó posiciones en Gilboa. 5 Pero cuando vio el campamento filisteo, tuvo miedo y se sintió dominado por el terror. 6 Entonces consultó al Señor, pero el Señor no le respondió ni por sueños, ni por el Urim, ni por los profetas. 7 Por eso ordenó a sus oficiales:

- Busquen alguna mujer que invoque a los muertos, para que yo vaya a hacerle una consulta. Y sus oficiales le respondieron:

- En Endor hay una mujer que invoca a los muertos.

8 Saúl se disfrazó, vistiéndose con otra ropa, y acompañado por dos hombres fue de noche a visitar a aquella mujer. Y le dijo:

- Te ruego que me adivines la suerte, y que hagas venir el espíritu de quien yo te diga.

9 La mujer le respondió:

- Tú sabes lo que ha hecho Saúl, que ha expulsado del país a los adivinos y a los que invocan a los muertos. ¿Por qué me metes en algo que me puede costar la vida?

10 Pero Saúl, jurando por el Señor, le dijo:

- Te juro por el Señor que no te pasará nada malo por esto.

11 La mujer contestó:

- ¿A quién quieres que haga venir? Saúl dijo:

- Llámame a Samuel.

12 De repente la mujer vio a Samuel, y dio un grito; luego le dijo a Saúl:

- ¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl!

13 Pero el rey le dijo:

- No tengas miedo. ¿Qué has visto? Contestó la mujer:

- Veo un dios que sube de la tierra.

14 Saúl preguntó:

- ¿Qué aspecto tiene? La mujer respondió:

- Es un hombre anciano, vestido con una capa. Saúl comprendió en seguida que era Samuel, y se inclinó hasta tocar el suelo con la frente.

15 Entonces le dijo Samuel:

- ¿Para qué me has molestado, haciéndome venir? Saúl respondió:

- Es que estoy muy angustiado, pues me están atacando los filisteos y Dios me ha abandonado. No me responde ya ni por medio de los profetas ni por sueños. Por eso te he llamado, para que me indiques lo que debo hacer.

16 Samuel le contestó:

- ¿Por qué me preguntas a mí, si el Señor ya te ha abandonado y se ha vuelto tu enemigo? 17 El Señor ha hecho contigo lo que te anunció por medio de mí. Te ha arrebatado el reino y se lo ha entregado a tu compañero David, 18 ya que tú no obedeciste el mandato del Señor, ni cumpliste su orden de destruir a los amalecitas. Por eso ahora el Señor ha hecho esto contigo. 19 Además, el Señor va a entregar a los israelitas y a ti en poder de los filisteos, y mañana tú y tus hijos estarán conmigo. También hará el Señor que el campamento de Israel caiga en poder de los filisteos.

20 De pronto Saúl cayó al suelo cuan largo era. Estaba tan asustado por las palabras de Samuel, que se desmayó. Para colmo, no había comido nada en todo el día ni en toda la noche. 21 Al ver la mujer que Saúl estaba tan aturdido, se acercó a él y le dijo:

- Esta servidora tuya ha atendido tu petición. Jugándome la vida, he obedecido tus órdenes. 22 Así que ahora te ruego que me hagas caso: te voy a servir un poco de comida, para que te reanimes y puedas seguir adelante.

23 Saúl no quería comer, pero sus oficiales y la mujer insistieron tanto que al fin aceptó. En seguida se levantó del suelo y se sentó en una cama. 24 Mientras tanto, la mujer mató un becerro gordo que tenía en su casa, y amasó harina para cocer unas tortas sin levadura. 25 Luego les llevó esto a Saúl y a sus oficiales, los cuales, después de haber comido, se despidieron, y aquella misma noche se fueron.

EL ANÁLISIS NARRATOLÓGICO

Como nuevo método de aproximación al significado del texto lo haremos a través del análisis narrativo. Podemos decir que el análisis narrativo o crítica literaria es el estudio del texto bíblico a partir de lo que el texto dice, su forma de expresión, su estructura, para después estudiar el proceso de lectura y por ultimo centrarse en el efecto del relato sobre el lector y el modo en que el texto le hace cooperar en el desciframiento del sentido.

Haremos entonces una aproximación al texto en cuestión teniendo en cuenta algunos datos importantes de su contexto.


DATOS DE ORIENTACIÓN PARA LOS LIBROS 1 Y 2 DE SAMUEL

CONTENIDO: la transición desde Samuel, ultimo juez de Israel, a Saúl el primer rey; el ascenso y reinado de David.

COBERTURA HISTÓRICA: desde el nacimiento de Samuel (aprox. Año 1100 a. de C.), hasta el fin del reinado de David (año 970 a. de C.).

ÉNFASIS: el principio del reino de Israel; la preocupación por el reino y por la lealtad del pacto; el arca del pacto como representativa de la presencia de Dios; la elección de Jerusalén como la “ciudad de David”. El pacto davídico con sus acentos mesiánicos; el adulterio de David y sus consecuencias.


PANORAMA DE LOS LIBROS 1 Y 2 DE SAMUEL

Los libros de Samuel y Reyes forman una historia continua de la monarquía israelita desde el tiempo de Samuel hasta su fin en el año 587-586 a. de C. Es importante que el lector recuerde, conforme los lea que en la Biblia hebrea que estos libros pertenecen a los llamados Profetas Anteriores. Al igual que los libros de los Profetas Posteriores, estos representan la perspectiva de Dios en la historia de su pueblo aunque se concentran en los reyes de Israel, los profetas juegan un papel importante también.

La historia se cuenta en tres personas clave: Samuel. El último de los jueces y el profeta que unge a los dos primero reyes. Saúl, el primer rey de Israel. Y David, el rey más importante de Israel. El libro de Samuel está lleno de historias individuales llamativas y de intriga. Pero esto mismo es lo que hace la lectura de Samuel tan interesante, también puede ser que se pasen por alto algunas cosas importantes con relación a la descripción general de las historias. Por lo tanto este libro es especialmente la historia de las transiciones, del gobierno parcial y periódico de los jueces a una monarquía institucionalizada y hereditaria, de un rey que parece un típico rey del cercano oriente. Todo esto es maravillosamente relatado con agudeza, ironía, suspenso, juegos de palabras, pero sobretodo con un vistazo panorámico de lo que Dios está haciendo con y entre su pueblo, hasta cuando les da un rey.

Hay un tema que es característico de la narración, la tensión entre la monarquía y la lealtad al pacto. El lector verá como esto aparece cerca del principio en los sentimientos opuestos entre Samuel y el pueblo (1 Sam. 8:12). Conforme la historia se desarrolla, al lector se le recuerda regularmente que hasta los reyes divinamente designados pueden actuar como los otros reyes, y, lo hacen. Sin embargo la lealtad esencial de David a Dios está en el corazón de la historia. Observemos el contraste entre las dos historias de Saúl y David. La cuestión al fin para el narrador no es si Israel tiene un rey sino que clase de rey tendrá. Israel ciertamente puede haber rechazado la teocracia a favor de la monarquía (1 Sam. 8), pero la función de su rey era desempeñar el papel de Jehová en medio de Israel y de esa manera dirigir al pueblo en obediencia al pacto.