Es muy importante también tener en cuenta las diferentes miradas de los traductores para ello tendremos en cuenta algunas de las versiones más relevantes y que presenten algún “matiz” interesante entre ellas, tenemos entonces:
BHS Biblia Hebraica Stuttgartensia
1 Samuel 28:3-15
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rm,aToÜw: tyai_r" hm'ä yKiä yaiÞr>yTi(-la; %l,M,²h; Hl'î rm,aYO“w: 13
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hj,Þ[o aWhïw> hl,ê[o ‘!qez" vyaiÛ rm,aToªw: Arêa\T'-hm;( ‘Hl' rm,aYOÝw: 14
hc'r>a:ß ~yIP:±a; dQoïYIw: aWhê laeäWmv.-yKi( ‘lWav' [d:YEÜw: ly[i_m.
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yti_ao tAlå[]h;l. ynIT:ßz>G:r>hi hM'l'î lWaêv'-la, ‘laeWmv. rm,aYOÝw: 15
~yhiúl{awE) yBiª ~ymiäx'l.nI Ÿ~yTiäv.lip.W daoøm. yli’-rc; lWav'û rm,aYOæw:
tAmêl{x]B;ä-~G: ‘~aiybiN>h;-dy:)B. ~G:Ü dA[ª ynIn"å['-al{)w> ‘yl;['me( rs"Ü
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LXX Septuaginta en Español
3 Samuel había muerto. Plañiérale todo Israel y sepultáranle en Ramatá, en su ciudad; y Saúl quitara de en torno los magos y los adivinos de la tierra. 4 Y congréganse los filisteos, y vienen y acampan en Sunam; y congrega Saúl todo varón de Israel; y acampan en Gelboé. 5 Y vio Saúl el campamento de los filisteos, y temió y espantose su corazón sobremanera. 6 Y consultó Saúl por medio del Señor, y no le respondió el Señor en los sueños y en el racional y en los profetas. 7 Y dijo Saúl a sus niños: «Buscadme mujer pitonisa e iré a ella y buscaré en ella.» Y dijeron sus niños a él: «He aquí mujer pitonisa en Endor.» 8 Y encubrióse Saúl y se envolvió en otras vestiduras; y van él y dos varones con él, y vienen a la mujer de noche; y le dijo: «Adivíname ahora en el pitón y evócame a quien yo te dijere.» 9 Y díjole la mujer: «He aquí ahora tú sabes cuanto ha hecho Saúl: cómo ha exterminado los pitones y los adivinos de la tierra; y ¿por qué tú enlazas mi alma para matarla?» 10 Y juróle Saúl en Señor, diciendo: «¡Vive el Señor! si se te devolverá injuria en esta palabra.» 11 Y dijo la mujer: «¿A quién te evoco?» Y dijo Saúl: «A Samuel evócame». 12 Y vio la mujer a Samuel y vociferó con voz grande; y dijo la mujer a Saúl: «¿Por qué me has engañado? y tú eres Saúl.» 13 Y díjole el rey: «No temas; di ¿a quién has visto?» Y díjole la mujer: «Dioses he visto subir de la tierra.» 14 Y díjola: «¿Qué has conocido?» Y díjole: «A un varón recto(c) subiendo de la tierra; y éste, clámide vestido.» Y conoció Saúl que éste era Samuel, e inclinóse su rostro sobre la tierra, y adoróle. 15 Y, dijo Samuel: a ¿Por qué me has perturbado, subiéndome?» Y dijo Saúl: «Atribulado estoy sobremanera, y los filisteos guerrean en mí, y Dios se ha separado de mí, y no me ha escuchado ya, y en mano de los profetas, y en los sueños; y ahora te he llamado, para que me manifiestes qué he de hacer.»
Biblia de Jerusalén
3 Samuel había muerto, todo Israel le había llorado y fue sepultado en Ramá, su ciudad. Saúl había echado del país a los nigromantes y adivinos. 4 Los filisteos se reunieron, llegaron y acamparon en Sunén. Reunió Saúl a todo Israel y acampó en Gelboé. 5 Vio Saúl el campamento de los filisteos y tuvo miedo, temblando sobremanera su corazón. 6 Consultó Saúl a Yahvé, pero Yahvé no le respondió ni por sueños ni por los urim ni por los profetas. 7 Dijo Saúl a sus servidores: "Buscadme una nigromante para que vaya a consultarla." Dijéronle sus servidores: "Aquí mismo, en Endor, hay una nigromante." 8 Se disfrazó Saúl poniéndose otras ropas y fue con dos de sus hombres; llegó donde la mujer de noche y dijo: "Adivíname por un muerto y evócame al que yo te diga." 9 La mujer le respondió: "Bien sabes lo que hizo Saúl, que suprimió de esta tierra a los nigromantes y adivinos. ¿Por qué tiendes un lazo a mi vida para hacerme morir?" 10 Saúl juró por Yahvé diciendo: "¡Vive Yahvé! Ningún castigo te vendrá por este hecho." 11 La mujer dijo: "¿A quién debo invocar para ti?" Respondió: "Evócame a Samuel." 12 Vio entonces la mujer a Samuel y lanzó un gran grito. Dijo la mujer a Saúl: "¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl!" 13 El rey le dijo: "No temas, pero ¿qué has visto?" La mujer respondió a Saúl: "Veo un espectro que sube de la tierra." 14 Saúl le preguntó: "¿Qué aspecto tiene?" Ella respondió: "Es un hombre anciano que sube envuelto en su manto." Comprendió Saúl que era Samuel y cayendo rostro en tierra se postró. 15 Samuel dijo a Saúl: "¿Por qué me perturbas evocándome?" Respondió Saúl: "Estoy en grande angustia; los filisteos mueven guerra contra mí, Dios se ha apartado de mí y ya no me responde ni por los profetas ni en sueños. Te he llamado para que me indiques lo que debo hacer."
Biblia Nacar-Colunga
3 Había muerto Samuel. Todo Israel le había llorado, y había sido sepultado en Rama, su ciudad. Saúl había hecho desaparecer de aquella tierra a todos los evocadores de los muertos y adivinos. 4 Los filisteos, reuniéndose, vinieron a acampar en Sunam, y Saúl, reuniendo a todo Israel, acampó en Gelboé. 5 A la vista del campamento de los filisteos, Saúl tembló y se le agitó el corazón. 6 Consultó a Yahvé, pero Yahvé no le respondía ni por sueños, ni por los “urim,” ni por profetas, 7 y dijo a sus servidores: “Buscadme una pitonisa para que vaya a consultarla.” Sus servidores le dijeron: “En Endor hay una pitonisa.” 8 Y Saúl, disfrazándose, fue allá acompañado de dos hombres. Llegados de noche a la casa de la mujer, Saúl le dijo: “Prediceme el futuro, evocando a un muerto, haz que aparezca el que yo te digo.” 9 Ella contestó: “Bien sabrás lo que ha hecho Saúl, que ha borrado de esta tierra a todos los evocadores y adivinos. ¿Me tiendes un lazo para hacerme morir?” 10 Saúl le juró por Yahvé, diciendo: “Como vive Yahvé que por esto no te ha de venir ningún mal.” 11 Díjole la mujer: “¿A quién he de evocar?” Y Saúl contestó: “Evócame a Samuel.” 12 A la vista de Samuel, la mujer lanzó un grito y dijo a Saúl: 13 “¿Por qué me has engañado? Tú eres Saúl.” El rey le dijo: “No temas. ¿Qué es lo que ves?” La mujer dijo a Saúl: “Veo un dios que se alza de la tierra.” 14 “¿Y cuál es su figura?” preguntó Saúl. Ella respondió: “Es un anciano que sube envuelto en su manto.” Comprendió Saúl que era Samuel, y se prosternó rostro a tierra. 15 Samuel dijo a Saúl: “¿Por qué has turbado mi reposo, evocándome?” Saúl respondió: “Estoy en gran aprieto. Los filisteos me hacen la guerra y Yahvé se ha retirado de mí. No me ha respondido ni por profetas ni por sueños. Te he evocado para que me digas qué he de hacer.”
Nueva Biblia Española
3 Samuel había- muerto; todo Israel asistió a los funerales, y lo habían enterrado en Rama, su pueblo. Por otra parte, Saúl había desterrado a nigromantes y adivinos. 4 Los filisteos se concentraron y fueron a acampar en Sunán. Saúl concentró a todo Israel y acamparon en Gelboé. 5 Pero al ver el campamento filisteo, Saúl temió y se puso a temblar. 6 Consultó al Señor, pero el Señor no le respondió, ni por sueños, ni por suertes, ni por profetas. 7 Entonces Saúl dijo a sus ministros: Búsquenme una nigromante para ir a consultarla. Le dijeron: Precisamente hay una en Fuendor. 8 Saúl se disfrazó con ropa ajena; marchó con dos hombres, llegaron de noche donde la mujer, y le pidió: Adivíname el porvenir evocando a los muertos y haz que se me aparezca el que yo te diga. 9 La mujer le dijo: Ya sabes lo que ha hecho Saúl, que ha desterrado a nigromantes y adivinos. ¿Por qué me pones una trampa para luego matarme? 10 Pero Saúl le juró por el Señor: ¡Vive Dios, no te castigarán por esto! 11 Entonces la mujer preguntó: ¿Quién quieres que se te aparezca? Saúl dijo: Evócame a Samuel. 12 Cuando la mujer vio aparecer a Samuel, lanzó un grito y dijo a Saúl: ¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl!
13 El rey le dijo: No temas. ¿Qué ves? Respondió: Un espíritu que sube de lo hondo de la tierra. 14 Saúl le preguntó: ¿Qué aspecto tiene? Respondió: El de un anciano que sube, envuelto en un manto. Saúl comprendió entonces que era Samuel, y se inclinó rostro en tierra, prosternándose. 15 Samuel le dijo: ¿Por qué me has evocado, turbando mi reposo? Saúl respondió: Estoy en una situación desesperada: los filisteos me hacen la guerra, y Dios se me ha alejado y ya no me responde ni por profetas ni en sueños. Por eso te he llamado, para que me digas qué debo hacer.
Biblia Dios Habla Hoy
3 Para entonces ya Samuel había muerto, y todos en Israel habían llorado su muerte, después de lo cual lo habían enterrado en Ramá, su ciudad natal. Saúl, por su parte, había expulsado del país a los adivinos y a los que invocaban a los muertos. 4 Los filisteos se reunieron y fueron a establecer su campamento en Sunem, y Saúl juntó a todo Israel y tomó posiciones en Guilboa. 5 Pero cuando vio el campamento filisteo, tuvo miedo y se sintió dominado por el terror. 6 Entonces consultó al Señor, pero el Señor no le respondió ni por sueños, ni por el Urim, ni por los profetas. 7 Por eso ordenó a sus oficiales: --Busquen alguna mujer que invoque a los muertos, para que yo vaya a hacerle una consulta. Y sus oficiales le respondieron: --En Endor hay una mujer que invoca a los muertos. 8 Saúl se disfrazó, vistiéndose con otra ropa, y acompañado por dos hombres fue de noche a visitar a aquella mujer. Y le dijo: --Te ruego que me adivines la suerte, y que hagas venir el espíritu de quien yo te diga. 9 La mujer le respondió: --Tú sabes lo que ha hecho Saúl, que ha expulsado del país a los adivinos y a los que invocan a los muertos. ¿Por qué me metes en algo que me puede costar la vida? 10 Pero Saúl, jurando por el Señor, le dijo: --Te juro por el Señor que no te pasará nada malo por esto. 11 --¿A quién quieres que haga venir? --contestó la mujer. --Llámame a Samuel --dijo Saúl. 12 De repente la mujer vio a Samuel, y dio un grito; luego le dijo a Saúl: --¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl! 13 Pero el rey le dijo: --No tengas miedo. ¿Qué has visto? --Veo un dios que sube de la tierra --contestó la mujer. 14 --¿Qué aspecto tiene? --preguntó Saúl. --Es un hombre anciano, vestido con una capa --respondió ella. Saúl comprendió en seguida que era Samuel, y se inclinó hasta tocar el suelo con la frente. 15 Entonces le dijo Samuel: --¿Para qué me has molestado, haciéndome venir? Saúl respondió: --Es que estoy muy angustiado, pues me están atacando los filisteos y Dios me ha abandonado. No me responde ya ni por medio de los profetas ni por sueños. Por eso te he llamado, para que me indiques lo que debo hacer.
Nueva Version Internacional
3 Para entonces ya Samuel había muerto, y todos en Israel habían llorado su muerte, después de lo cual lo habían enterrado en Ramá, su ciudad natal. Saúl, por su parte, había expulsado del país a los adivinos y a los que invocaban a los muertos. 4 Los filisteos se reunieron y fueron a establecer su campamento en Sunem, y Saúl juntó a todo Israel y tomó posiciones en Guilboa. 5 Pero cuando vio el campamento filisteo, tuvo miedo y se sintió dominado por el terror. 6 Entonces consultó al Señor, pero el Señor no le respondió ni por sueños, ni por el Urim, ni por los profetas. 7 Por eso ordenó a sus oficiales: --Busquen alguna mujer que invoque a los muertos, para que yo vaya a hacerle una consulta. Y sus oficiales le respondieron: --En Endor hay una mujer que invoca a los muertos. 8 Saúl se disfrazó, vistiéndose con otra ropa, y acompañado por dos hombres fue de noche a visitar a aquella mujer. Y le dijo: --Te ruego que me adivines la suerte, y que hagas venir el espíritu de quien yo te diga. 9 La mujer le respondió: --Tú sabes lo que ha hecho Saúl, que ha expulsado del país a los adivinos y a los que invocan a los muertos. ¿Por qué me metes en algo que me puede costar la vida? 10 Pero Saúl, jurando por el Señor, le dijo: --Te juro por el Señor que no te pasará nada malo por esto. 11 --¿A quién quieres que haga venir? --contestó la mujer. --Llámame a Samuel --dijo Saúl. 12 De repente la mujer vio a Samuel, y dio un grito; luego le dijo a Saúl: --¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl! 13 Pero el rey le dijo: --No tengas miedo. ¿Qué has visto? --Veo un dios que sube de la tierra --contestó la mujer. 14 --¿Qué aspecto tiene? --preguntó Saúl. --Es un hombre anciano, vestido con una capa --respondió ella. Saúl comprendió en seguida que era Samuel, y se inclinó hasta tocar el suelo con la frente.15 Entonces le dijo Samuel: --¿Para qué me has molestado, haciéndome venir? Saúl respondió: --Es que estoy muy angustiado, pues me están atacando los filisteos y Dios me ha abandonado. No me responde ya ni por medio de los profetas ni por sueños. Por eso te he llamado, para que me indiques lo que debo hacer.