martes, 19 de octubre de 2010

EL CONTEXTO HISTÓRICO

Los dos libros que hoy conocemos como 1 y 2 de Samuel aparecen como un solo volumen en los manuscritos hebreos. La versión griega del Antiguo Testamento (LXX) consideraba a los libros de Samuel y Reyes como una sola obra dividiéndola en 4 secciones llamadas “los libros de los Reinos”. Debido a que la vida y ministerio de Samuel domina la primera mitad del libro se le dio originalmente su nombre, designando así su contenido más que su paternidad literaria.

A diferencia del pentateuco, los libros de Samuel no contienen ninguna referencia a quien pudo haber sido el autor, sin embargo es evidente que por lo menos hasta el capitulo 25 donde se narra su muerte, Samuel fue el autor. La antigua tradición judía atribuye a él esta escritura y es posible que los profetas Natan y Gad hayan concluido la obra después de su muerte.
El libro de 1 Samuel comienza con el nacimiento de Samuel, aprox. en el año 1115 a. de J.C. Termina con la muerte de Saúl cerca del año 1010 a. de J.C. Así que todo el libro cubre un período de aprox. 100 años.[1]


[1]Carro, D., Poe, J. T., Zorzoli, R. O., & Editorial Mundo Hispano (El Paso, T. (1993-<1997).>Comentario bı́blico mundo hispano 1 Samuel, 2 Samuel, y 1 Crónicas (1. ed.) (46). El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano.

Samuel es el último de los jueces y el primero de los grandes profetas por lo tanto gran parte del primer libro habla sobre la vida y ministerio del profeta, también muestra como Israel pasa de una Teocracia que era ejercida mediante profetas y jueces a la condición de reino allí aparece Saúl como el primer rey de Israel pero cuando él rechaza la dirección divina en varias ocasiones, Samuel es llamado a escoger y preparar un hombre conforme al corazón de Dios (1 Samuel 13:14) que no se pusiera sobre la Ley sino que obedeciera a Dios. El reinado de David no estuvo libre de problemas pero junto a la dirección de Dios a través del profeta Samuel Israel gradualmente fue sometiendo a sus enemigos.

El bosquejo del libro esta detallado de esta forma por el comentario bíblico siglo XXI

Primeros años de Samuel

1:1—7:17

Samuel y Elí

1:1—3:21

Batallas contra los filisteos

4:1—7:17

Samuel y Saúl

8:1—15:35

Saúl llega al trono

8:1—12:25

Guerras y conflictos

13:1—15:35

Saúl y David

16:1—31:13

David ocupa su lugar en la corte

16:1—17:58

David y Jonatán

18:1—20:42

David como fugitivo

21:1—26:25

David en territorio filisteo

27:1—30:31

La batalla de Gilboa

31:1-13


Socialmente el pueblo estaba desorientado, pues el cambio de Teocracia a Reinado aunque fue un pedido expresamente de ellos, era evidente que no estaban preparados para asumirlo. Del mismo Rey en adelante la situación era caótica, Saúl vez tras vez hizo su voluntad ante situaciones de riesgo que debían ser consultadas a Dios esto le llevo a apartarse gradualmente del ideal que Dios tenia para el dirigente de Israel.
Durante el período abarcado por 1 y 2 Samuel gobernaron a Egipto los reyes sacerdotes de la XX dinastía y los gobernantes seculares de la XXI dinastía, cuyos reinados se caracterizaron por debilidad, decadencia y desunión nacionales. Durante la mayor parte de este período Asiria fue también sumamente débil. En Babilonia las condiciones eran muy similares a las de Egipto y Asiria. Las migraciones de los pueblos de mar y de los arameos se añadieron a las dificultades internas, y mantuvieron la situación política internacional en todo el antiguo Oriente en un estado de agitación durante casi dos siglos.
Como resultado, los primeros reyes de Israel estuvieron comparativamente libres para consolidar su dominio sobre la tierra prometida y las regiones circundantes, sin la interferencia de sus anteriormente fuertes vecinos del norte y del sur. Sus únicos enemigos eran las naciones de la región de Palestina, tales como los filisteos, amalecitas, edomitas, madianitas y amonitas. La resistencia de estas tribus vecinas fue vencida gradualmente, y la mayoría de ellas se sometió al dominio israelita. Cuando Israel entró en Canaán, el Señor le ordenó que asignase ciudades a los levitas en todas las diferentes tribus. Así podría instruirse a todo el pueblo en los caminos de la justicia. Pero los israelitas parecen haber prestado poca o ninguna atención a la orden. En realidad, ni siquiera echaron a los cananeos, sino que vivieron entre ellos (Juec. 1: 21, 27, 29-33).[2]


[2] Francis D. Nichol, ed. Comentario Bíblico Adventista. 7 vols. (V. E. Ampuero Matta. Boise, Idaho: Publicaciones Interamericanas, 1978-1990), 2:449.


miércoles, 6 de octubre de 2010

COMPARANDO VERSIONES

Es muy importante también tener en cuenta las diferentes miradas de los traductores para ello tendremos en cuenta algunas de las versiones más relevantes y que presenten algún “matiz” interesante entre ellas, tenemos entonces:

BHS Biblia Hebraica Stuttgartensia

1 Samuel 28:3-15

hm'Þr"b' WhrUîB.q.YIw: laeêr"f.yI-lK' ‘Al-WdP.s.YIw: tmeê laeäWmv.W 3

`#rYIh;-ta,w> tAbïaoh' rysi²he lWaªv'w> Ar=y[ib.W

‘lWav' #BoÜq.YIw: ~nE+Wvb. Wnæx]Y:w: WaboßY"w: ~yTiêv.lip. Wcåb.Q'YIw: 4

`[:Bo)l.GIB; Wnàx]Y:w:) laeêr"f.yI-lK'-ta,

`dao)m. ABßli dr:îx/Y 5

~G:ï tAm±l{x]B; ~G:ô hw"+hy> Whn"ß[' al{ïw> hw"ëhyB;( ‘lWav' la;Ûv.YIw: 6

`~ai(ybiN>B; ~G:ï ~yrIßWaB'

hk'îl.aew> bAaê-tl;[]B; tv,aeä ‘yli-WvQ.B; wyd"ªb'[]l; lWaøv' rm,aYO“w: 7

tv,aeî hNE±hi wyl'êae ‘wyd"b'[] WrÜm.aYOw: HB'_-hv'r>d>a,w> h'yl,Þae

`rAD* !y[eîB. bAaß-tl;[]B;(

ynEÜv.W aWhª %l,YEåw: ~yrIêxea] ~ydIäg"B. ‘vB;l.YIw: lWaªv' fPeäx;t.YIw: 8

rm,aYO©w: hl'y>l"+ hV'Þaih'-la, WaboïY"w: AMê[i ‘~yvin"a]

rm:ßao-rv,a] taeî yliê yli[]h;äw> bAaêB' ‘yli an"ïÎ-ymis\q'¥Ð¿-ymiAsq'À

`%yIl")ae

hf'ä['-rv,a] taeä ‘T'[.d:’y" hT'Ûa; hNE“hi wyl'ªae hV'øaih'( rm,aTo’w: 9

#rYIh;-ta,w> tAbïaoh'-ta, tyrI±k.hi rv<ïa] lWaêv'

`ynItE)ymih]l; yviÞp.n:B. vQEïn:t.mi hT'²a; hm'îl'w>

!wOà[' %rEïQ.yI-~ai( hw"¨hy>-yx; rmo=ale hw"ßhyB;( lWaêv' ‘Hl' [b;(V'ÛYIw: 10

`hZ<)h; rb"ïD"B;

laeÞWmv.-ta, rm,aYO¨w: %L"+-hl,[]a;( ymiÞ-ta, hV'êaih'( ‘rm,aTo’w: 11

`yli(-yli[]h;(

•rm,aTow: lAd+G" lAqåB. q[;Þz>Tiw: laeêWmv.-ta, ‘hV'aih'( ar 12

`lWa)v' hT'îa;w> ynIt"ßyMirI hM'l'î rmo°ale lWaôv'-la, hV'’aih'

rm,aToÜw: tyai_r" hm'ä yKiä yaiÞr>yTi(-la; %l,M,²h; Hl'î rm,aYO“w: 13

`#r

hj,Þ[o aWhïw> hl,ê[o ‘!qez" vyaiÛ rm,aToªw: Arêa\T'-hm;( ‘Hl' rm,aYOÝw: 14

hc'r>a:ß ~yIP:±a; dQoïYIw: aWhê laeäWmv.-yKi( ‘lWav' [d:YEÜw: ly[i_m.

s `WxT'(v.YIw:

yti_ao tAlå[]h;l. ynIT:ßz>G:r>hi hM'l'î lWaêv'-la, ‘laeWmv. rm,aYOÝw: 15

~yhiúl{awE) yBiª ~ymiäx'l.nI Ÿ~yTiäv.lip.W daoøm. yli’-rc; lWav'û rm,aYOæw:

tAmêl{x]B;ä-~G: ‘~aiybiN>h;-dy:)B. ~G:Ü dA[ª ynIn"å['-al{)w> ‘yl;['me( rs"Ü

s `hf,([/a, hm'î ynI[EßydIAhl. ^êl. ha,är"q.a,w"

LXX Septuaginta en Español

3 Samuel había muerto. Plañiérale todo Israel y sepultáranle en Ramatá, en su ciudad; y Saúl quitara de en torno los magos y los adivinos de la tierra. 4 Y congréganse los filisteos, y vienen y acampan en Sunam; y congrega Saúl todo varón de Israel; y acampan en Gelboé. 5 Y vio Saúl el campamento de los filisteos, y temió y espantose su corazón sobremanera. 6 Y consultó Saúl por medio del Señor, y no le respondió el Señor en los sueños y en el racional y en los profetas. 7 Y dijo Saúl a sus niños: «Buscadme mujer pitonisa e iré a ella y buscaré en ella.» Y dijeron sus niños a él: «He aquí mujer pitonisa en Endor.» 8 Y encubrióse Saúl y se envolvió en otras vestiduras; y van él y dos varones con él, y vienen a la mujer de noche; y le dijo: «Adivíname ahora en el pitón y evócame a quien yo te dijere.» 9 Y díjole la mujer: «He aquí ahora tú sabes cuanto ha hecho Saúl: cómo ha exterminado los pitones y los adivinos de la tierra; y ¿por qué tú enlazas mi alma para matarla?» 10 Y juróle Saúl en Señor, diciendo: «¡Vive el Señor! si se te devolverá injuria en esta palabra.» 11 Y dijo la mujer: «¿A quién te evoco?» Y dijo Saúl: «A Samuel evócame». 12 Y vio la mujer a Samuel y vociferó con voz grande; y dijo la mujer a Saúl: «¿Por qué me has engañado? y tú eres Saúl.» 13 Y díjole el rey: «No temas; di ¿a quién has visto?» Y díjole la mujer: «Dioses he visto subir de la tierra.» 14 Y díjola: «¿Qué has conocido?» Y díjole: «A un varón recto(c) subiendo de la tierra; y éste, clámide vestido.» Y conoció Saúl que éste era Samuel, e inclinóse su rostro sobre la tierra, y adoróle. 15 Y, dijo Samuel: a ¿Por qué me has perturbado, subiéndome?» Y dijo Saúl: «Atribulado estoy sobremanera, y los filisteos guerrean en mí, y Dios se ha separado de mí, y no me ha escuchado ya, y en mano de los profetas, y en los sueños; y ahora te he llamado, para que me manifiestes qué he de hacer.»

Biblia de Jerusalén

3 Samuel había muerto, todo Israel le había llorado y fue sepultado en Ramá, su ciudad. Saúl había echado del país a los nigromantes y adivinos. 4 Los filisteos se reunieron, llegaron y acamparon en Sunén. Reunió Saúl a todo Israel y acampó en Gelboé. 5 Vio Saúl el campamento de los filisteos y tuvo miedo, temblando sobremanera su corazón. 6 Consultó Saúl a Yahvé, pero Yahvé no le respondió ni por sueños ni por los urim ni por los profetas. 7 Dijo Saúl a sus servidores: "Buscadme una nigromante para que vaya a consultarla." Dijéronle sus servidores: "Aquí mismo, en Endor, hay una nigromante." 8 Se disfrazó Saúl poniéndose otras ropas y fue con dos de sus hombres; llegó donde la mujer de noche y dijo: "Adivíname por un muerto y evócame al que yo te diga." 9 La mujer le respondió: "Bien sabes lo que hizo Saúl, que suprimió de esta tierra a los nigromantes y adivinos. ¿Por qué tiendes un lazo a mi vida para hacerme morir?" 10 Saúl juró por Yahvé diciendo: "¡Vive Yahvé! Ningún castigo te vendrá por este hecho." 11 La mujer dijo: "¿A quién debo invocar para ti?" Respondió: "Evócame a Samuel." 12 Vio entonces la mujer a Samuel y lanzó un gran grito. Dijo la mujer a Saúl: "¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl!" 13 El rey le dijo: "No temas, pero ¿qué has visto?" La mujer respondió a Saúl: "Veo un espectro que sube de la tierra." 14 Saúl le preguntó: "¿Qué aspecto tiene?" Ella respondió: "Es un hombre anciano que sube envuelto en su manto." Comprendió Saúl que era Samuel y cayendo rostro en tierra se postró. 15 Samuel dijo a Saúl: "¿Por qué me perturbas evocándome?" Respondió Saúl: "Estoy en grande angustia; los filisteos mueven guerra contra mí, Dios se ha apartado de mí y ya no me responde ni por los profetas ni en sueños. Te he llamado para que me indiques lo que debo hacer."

Biblia Nacar-Colunga

3 Había muerto Samuel. Todo Israel le había llorado, y había sido sepultado en Rama, su ciudad. Saúl había hecho desaparecer de aquella tierra a todos los evocadores de los muertos y adivinos. 4 Los filisteos, reuniéndose, vinieron a acampar en Sunam, y Saúl, reuniendo a todo Israel, acampó en Gelboé. 5 A la vista del campamento de los filisteos, Saúl tembló y se le agitó el corazón. 6 Consultó a Yahvé, pero Yahvé no le respondía ni por sueños, ni por los “urim,” ni por profetas, 7 y dijo a sus servidores: “Buscadme una pitonisa para que vaya a consultarla.” Sus servidores le dijeron: “En Endor hay una pitonisa.” 8 Y Saúl, disfrazándose, fue allá acompañado de dos hombres. Llegados de noche a la casa de la mujer, Saúl le dijo: “Prediceme el futuro, evocando a un muerto, haz que aparezca el que yo te digo.” 9 Ella contestó: “Bien sabrás lo que ha hecho Saúl, que ha borrado de esta tierra a todos los evocadores y adivinos. ¿Me tiendes un lazo para hacerme morir?” 10 Saúl le juró por Yahvé, diciendo: “Como vive Yahvé que por esto no te ha de venir ningún mal.” 11 Díjole la mujer: “¿A quién he de evocar?” Y Saúl contestó: “Evócame a Samuel.” 12 A la vista de Samuel, la mujer lanzó un grito y dijo a Saúl: 13 “¿Por qué me has engañado? Tú eres Saúl.” El rey le dijo: “No temas. ¿Qué es lo que ves?” La mujer dijo a Saúl: “Veo un dios que se alza de la tierra.” 14 “¿Y cuál es su figura?” preguntó Saúl. Ella respondió: “Es un anciano que sube envuelto en su manto.” Comprendió Saúl que era Samuel, y se prosternó rostro a tierra. 15 Samuel dijo a Saúl: “¿Por qué has turbado mi reposo, evocándome?” Saúl respondió: “Estoy en gran aprieto. Los filisteos me hacen la guerra y Yahvé se ha retirado de mí. No me ha respondido ni por profetas ni por sueños. Te he evocado para que me digas qué he de hacer.”

Nueva Biblia Española

3 Samuel había- muerto; todo Israel asistió a los funerales, y lo habían enterrado en Rama, su pueblo. Por otra parte, Saúl había desterrado a nigromantes y adivinos. 4 Los filisteos se concentraron y fueron a acampar en Sunán. Saúl concentró a todo Israel y acamparon en Gelboé. 5 Pero al ver el campamento filisteo, Saúl temió y se puso a temblar. 6 Consultó al Señor, pero el Señor no le respondió, ni por sueños, ni por suertes, ni por profetas. 7 Entonces Saúl dijo a sus ministros: Búsquenme una nigromante para ir a consultarla. Le dijeron: Precisamente hay una en Fuendor. 8 Saúl se disfrazó con ropa ajena; marchó con dos hombres, llegaron de noche donde la mujer, y le pidió: Adivíname el porvenir evocando a los muertos y haz que se me aparezca el que yo te diga. 9 La mujer le dijo: Ya sabes lo que ha hecho Saúl, que ha desterrado a nigromantes y adivinos. ¿Por qué me pones una trampa para luego matarme? 10 Pero Saúl le juró por el Señor: ¡Vive Dios, no te castigarán por esto! 11 Entonces la mujer preguntó: ¿Quién quieres que se te aparezca? Saúl dijo: Evócame a Samuel. 12 Cuando la mujer vio aparecer a Samuel, lanzó un grito y dijo a Saúl: ¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl!

13 El rey le dijo: No temas. ¿Qué ves? Respondió: Un espíritu que sube de lo hondo de la tierra. 14 Saúl le preguntó: ¿Qué aspecto tiene? Respondió: El de un anciano que sube, envuelto en un manto. Saúl comprendió entonces que era Samuel, y se inclinó rostro en tierra, prosternándose. 15 Samuel le dijo: ¿Por qué me has evocado, turbando mi reposo? Saúl respondió: Estoy en una situación desesperada: los filisteos me hacen la guerra, y Dios se me ha alejado y ya no me responde ni por profetas ni en sueños. Por eso te he llamado, para que me digas qué debo hacer.

Biblia Dios Habla Hoy

3 Para entonces ya Samuel había muerto, y todos en Israel habían llorado su muerte, después de lo cual lo habían enterrado en Ramá, su ciudad natal. Saúl, por su parte, había expulsado del país a los adivinos y a los que invocaban a los muertos. 4 Los filisteos se reunieron y fueron a establecer su campamento en Sunem, y Saúl juntó a todo Israel y tomó posiciones en Guilboa. 5 Pero cuando vio el campamento filisteo, tuvo miedo y se sintió dominado por el terror. 6 Entonces consultó al Señor, pero el Señor no le respondió ni por sueños, ni por el Urim, ni por los profetas. 7 Por eso ordenó a sus oficiales: --Busquen alguna mujer que invoque a los muertos, para que yo vaya a hacerle una consulta. Y sus oficiales le respondieron: --En Endor hay una mujer que invoca a los muertos. 8 Saúl se disfrazó, vistiéndose con otra ropa, y acompañado por dos hombres fue de noche a visitar a aquella mujer. Y le dijo: --Te ruego que me adivines la suerte, y que hagas venir el espíritu de quien yo te diga. 9 La mujer le respondió: --Tú sabes lo que ha hecho Saúl, que ha expulsado del país a los adivinos y a los que invocan a los muertos. ¿Por qué me metes en algo que me puede costar la vida? 10 Pero Saúl, jurando por el Señor, le dijo: --Te juro por el Señor que no te pasará nada malo por esto. 11 --¿A quién quieres que haga venir? --contestó la mujer. --Llámame a Samuel --dijo Saúl. 12 De repente la mujer vio a Samuel, y dio un grito; luego le dijo a Saúl: --¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl! 13 Pero el rey le dijo: --No tengas miedo. ¿Qué has visto? --Veo un dios que sube de la tierra --contestó la mujer. 14 --¿Qué aspecto tiene? --preguntó Saúl. --Es un hombre anciano, vestido con una capa --respondió ella. Saúl comprendió en seguida que era Samuel, y se inclinó hasta tocar el suelo con la frente. 15 Entonces le dijo Samuel: --¿Para qué me has molestado, haciéndome venir? Saúl respondió: --Es que estoy muy angustiado, pues me están atacando los filisteos y Dios me ha abandonado. No me responde ya ni por medio de los profetas ni por sueños. Por eso te he llamado, para que me indiques lo que debo hacer.

Nueva Version Internacional

3 Para entonces ya Samuel había muerto, y todos en Israel habían llorado su muerte, después de lo cual lo habían enterrado en Ramá, su ciudad natal. Saúl, por su parte, había expulsado del país a los adivinos y a los que invocaban a los muertos. 4 Los filisteos se reunieron y fueron a establecer su campamento en Sunem, y Saúl juntó a todo Israel y tomó posiciones en Guilboa. 5 Pero cuando vio el campamento filisteo, tuvo miedo y se sintió dominado por el terror. 6 Entonces consultó al Señor, pero el Señor no le respondió ni por sueños, ni por el Urim, ni por los profetas. 7 Por eso ordenó a sus oficiales: --Busquen alguna mujer que invoque a los muertos, para que yo vaya a hacerle una consulta. Y sus oficiales le respondieron: --En Endor hay una mujer que invoca a los muertos. 8 Saúl se disfrazó, vistiéndose con otra ropa, y acompañado por dos hombres fue de noche a visitar a aquella mujer. Y le dijo: --Te ruego que me adivines la suerte, y que hagas venir el espíritu de quien yo te diga. 9 La mujer le respondió: --Tú sabes lo que ha hecho Saúl, que ha expulsado del país a los adivinos y a los que invocan a los muertos. ¿Por qué me metes en algo que me puede costar la vida? 10 Pero Saúl, jurando por el Señor, le dijo: --Te juro por el Señor que no te pasará nada malo por esto. 11 --¿A quién quieres que haga venir? --contestó la mujer. --Llámame a Samuel --dijo Saúl. 12 De repente la mujer vio a Samuel, y dio un grito; luego le dijo a Saúl: --¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl! 13 Pero el rey le dijo: --No tengas miedo. ¿Qué has visto? --Veo un dios que sube de la tierra --contestó la mujer. 14 --¿Qué aspecto tiene? --preguntó Saúl. --Es un hombre anciano, vestido con una capa --respondió ella. Saúl comprendió en seguida que era Samuel, y se inclinó hasta tocar el suelo con la frente.15 Entonces le dijo Samuel: --¿Para qué me has molestado, haciéndome venir? Saúl respondió: --Es que estoy muy angustiado, pues me están atacando los filisteos y Dios me ha abandonado. No me responde ya ni por medio de los profetas ni por sueños. Por eso te he llamado, para que me indiques lo que debo hacer.

martes, 5 de octubre de 2010

DELIMITANDO EL TEXTO

Continuando con nuestro estudio es preciso para ahorrar tiempo y facilitar nuestra tarea, delimitar el texto en cuestión ya que este abarca más de 15 versículos, por lo que podría resultar tedioso su análisis teniendo en cuenta que tenemos que buscar variantes textuales, consultar diferentes traducciones etc. Gracias a la ardua labor de varios eruditos hoy en día contamos con algunas “marcas” que nos pueden orientar a la hora de escoger la Pericopa. Estamos hablando de las marcas sinagogales identificadas en el texto masorético con las letras hebreas P y S y por supuesto las marcas temáticas indicadas por frases que denotan claramente un cambio de tema y que suelen estar marcadas por la preposición w.

De esta forma entonces nuestra Pericopa será desde el versículo 3 al 15. Aunque el tema continúa hasta el versículo 25 del mismo capítulo, solo analizaremos los versículos anteriores. Este será entonces nuestro texto tomado de la RV1960:

3 Ya Samuel había muerto, y todo Israel lo había lamentado, y le habían sepultado en Ramá, su ciudad. Y Saúl había arrojado de la tierra a los encantadores y adivinos.

4 Se juntaron, pues, los filisteos, y vinieron y acamparon en Sunem; y Saúl juntó a todo Israel, y acamparon en Gilboa.

5 Y cuando vio Saúl el campamento de los filisteos, tuvo miedo, y se turbó su corazón en gran manera.

6 Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas.

7 Entonces Saúl dijo a sus criados: Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que yo vaya a ella y por medio de ella pregunte. Y sus criados le respondieron: He aquí hay una mujer en Endor que tiene espíritu de adivinación.

8 Y se disfrazó Saúl, y se puso otros vestidos, y se fue con dos hombres, y vinieron a aquella mujer de noche; y él dijo: Yo te ruego que me adivines por el espíritu de adivinación, y me hagas subir a quien yo te dijere.

9 Y la mujer le dijo: He aquí tú sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha cortado de la tierra a los evocadores y a los adivinos. ¿Por qué, pues, pones tropiezo a mi vida, para hacerme morir?

10 Entonces Saúl le juró por Jehová, diciendo: Vive Jehová, que ningún mal te vendrá por esto.

11 La mujer entonces dijo: ¿A quién te haré venir? Y él respondió: Hazme venir a Samuel.

12 Y viendo la mujer a Samuel, clamó en alta voz, y habló aquella mujer a Saúl, diciendo:

13 ¿Por qué me has engañado? pues tú eres Saúl. Y el rey le dijo: No temas. ¿Qué has visto? Y la mujer respondió a Saúl: He visto dioses que suben de la tierra.

14 El le dijo: ¿Cuál es su forma? Y ella respondió: Un hombre anciano viene, cubierto de un manto. Saúl entonces entendió que era Samuel, y humillando el rostro a tierra, hizo gran reverencia.

15 Y Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir? Y Saúl respondió: Estoy muy angustiado, pues los filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y no me responde más, ni por medio de profetas ni por sueños; por esto te he llamado, para que me declares lo que tengo que hacer.